dune: awakening review

Sobrevive en Arrakis en compañía.

Dune: Awakening – Sobrevivir en Arrakis no es solo cuestión de fuerza

Cuando pensamos en el universo de Dune, lo primero que se nos viene a la cabeza no es precisamente un videojuego multijugador de supervivencia. Y, sin embargo, aquí estamos, con Dune: Awakening, una apuesta de FUNCOM que transforma la esencia política, filosófica y desértica de la obra de Frank Herbert en un MMO enorme, cambiante y sorprendentemente sólido que nos ha convencido bastante tras varias horas de juego. Y sí, es tan despiadado como el planeta que lo inspira.

Una línea temporal alternativa para que nada esté escrito

Antes de entrar en harina, hay que aclarar que este MMO no es una adaptación directa de las novelas ni de las películas. En lugar de eso, Dune: Awakening toma la estética, la mitología y los elementos clave de Arrakis y plantea una línea argumental alternativa donde ciertos eventos nunca llegaron a ocurrir. Eso le da al estudio, Funcom, la libertad que necesita para construir sus propias reglas sin romper nada. Y vaya si lo aprovechan.

Este no es un juego para contar la historia de Paul Atreides ni para recrear lo que ya conocemos. Aquí lo importante es sobrevivir, prosperar y dominar el desierto. A tu manera.

dune awakening pc

El ciclo de vida en el desierto: hambre, sed… y muerte

Todo comienza como en cualquier juego de supervivencia: aparecemos en un entorno hostil con poco más que lo puesto y unas cuantas herramientas básicas. En este caso, estamos en mitad de Arrakis, un planeta que odia la vida tanto como el agua. El primer impacto es inmediato: el calor, el polvo, el sol y la necesidad constante de conseguir agua, refugio y recursos.

La gestión de necesidades básicas (hambre, sed, descanso) es tan dura como cabría esperar. El entorno no perdona y, además, el juego está diseñado para que nunca te sientas completamente a salvo. Si no es una tormenta de arena, es una criatura salvaje. Si no, otro jugador. Todo quiere matarte.

Eso sí, las mecánicas de supervivencia están muy bien equilibradas. El juego es exigente, pero no injusto. Y con el paso de las horas, vas interiorizando cada rutina diaria: escanear zonas, montar tu base, protegerte del clima, guardar agua. Sobrevivir, al fin y al cabo.

Construcción y crafteo: de carroñero a señor del desierto

Como en todo juego actual de supervivencia, el sistema de construcción y mejora de estructuras es uno de los grandes pilares del juego. Empezaremos construyendo pequeños refugios improvisados, pero podemos acabar montando auténticas fortalezas cuando vayamos consiguiendo más materiales y mejoras. Los materiales se consiguen de muchas formas: recolección, reciclaje, comercio… o directamente saqueando a otros jugadores. Porque sí, aquí también se juega sucio.

El crafteo nos permite crear herramientas, armas, mejoras para el equipo y también objetos que afectan a nuestra reputación o rol dentro del mundo. Con el paso de las horas, podremos mejorar el destiltraje, optimizar la recolección de agua o automatizar ciertos elementos de nuestra base para conseguir materiales y mejoras de manera pasiva. Lo que más nos ha gustado en este sentido es que Dune: Awakening no es el típico juego con decenas de elementos disponibles que solo sirven para fabricar por fabricar. Aquí todo lo que hacemos tiene un impacto directo en cómo sobrevivimos.

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PvE, PvP y política

FUNCOM ha trabajado en un diseño pensado para que buena parte del contenido pueda jugarse en solitario pero, aun así, el verdadero núcleo de Dune: Awakening está en el componente social. Hay mecánicas PvP (jugador contra jugador) integradas en muchos de los eventos del juego, sobre todo en las zonas de conflicto, donde los recursos son más valiosos y grandes grupos de jugadores acuden para hacerse con ellos. Aquí no basta con saber disparar: hay que moverse con cabeza, leer el terreno y anticiparse al resto de jugadores y, lo cierto, es que nos ha gustado más de lo que esperábamos.

No somos jugadores que disfruten del PVP en esta clase de juegos y, aun así, las incursiones a las zonas conflictivas siempre apetecen. La preparación previa, recoger recursos mientras unos cuantos jugadores nos protegen y actuar rápidamente cuando nos cruzamos con jugadores enemigos es divertidísimo y, sin duda, uno de los grandes alicientes para seguir jugando y mejorando nuestro equipo cada vez más.

El combate nos permite utilizar armas cuerpo a cuerpo, varias herramientas de defensa y todo tipo de armas de fuego que, lejos de emocionarse con habilidades o efectos de fantasía, se limitan a ser funcionales, y punto. El juego no pretende ser un shooter competitivo ni un RPG, pero sí consigue que cada enfrentamiento sea muy tenso.

En este sentido, una de las cosas que más nos ha gustado es que el posicionamiento, la gestión del entorno y la preparación previa al combate es importantísimo. Controlar el terreno, saber cómo rodear a los jugadores rivales e, incluso, intentar que caigan en trampas o que les ataquen las criaturas del terreno se convierte rápidamente en elementos básicos de cada combate y eso hace que nuestro ingenio y los objetos del inventario sean los protagonistas.

Pero donde el juego realmente sorprende es en su enfoque político. Podemos colaborar con varias facciones cumpliendo misiones, influir en decisiones globales como ocurre en otros títulos como Helldivers 2 y participar en una especie de “metajuego” en el que hay un sistema de influencia que, aunque todavía está en sus primeras fases, promete muchísimo y añade una capa de profundidad muy poco habitual en este tipo de títulos.

dune awakening escenarios

El entorno como enemigo (y aliado)

La idea de convertir al planeta en un personaje más está bien conseguida. Hay tormentas, ciclos de día y noche, cambios de temperatura y zonas donde simplemente no deberíamos estar si no estamos realmente preparados para pasarlo mal. Todo está vivo, incluso lo que parece inerte. Y cuando nos adentras en el desierto profundo, entendemos mejor por qué los fremen eran como eran.

Mención especial para los gusanos de arena. No aparecen cada cinco minutos, pero cuando lo hacen, cambian completamente lo que esté ocurriendo en la partida.

Bienvenido al desierto

A nivel gráfico, el juego cumple con nota. El mundo tiene varios biomas repletos de zonas a explorar y están bien diferenciados, la distancia de dibujado es buena y la iluminación nos ha gustado mucho para tratarse de un juego de mundo abierto online en el que, habitualmente, estos detalles suelen quedar en un segundo plano. El estilo artístico mezcla realismo con ciertos toques estilizados que encajan muy bien con el universo Dune, y el rendimiento en PC es estable incluso en situaciones con muchos jugadores o eventos simultáneos.

El diseño de la interfaz y menús de Dune: Awakening sí que tiene margen de mejora. Durante las primeras horas nos pareció algo tosco y nos costaba encontrar gran parte de las opciones clave en los menús, pero es funcional y se adapta bien tanto a ratón como a mando. Si con el paso de los meses pueden pulirlo y mejorar los defectos de diseño, será igual de cómodo que el de otros referentes del género.

dune awakening combate

El sonido: silencio, viento… y peligro

Desde el primer momento nos quedó claro que el equipo dedicado al sonido ha querido esforzarse mucho por transmitir la ambientación del planeta y sus peligros. Dune: Awakening apuesta por la inmersión más que por la espectacularidad, y eso funciona. El viento es constante, los sonidos del equipo de supervivencia te mantienen alerta y, cuando algo se acerca, lo oyes antes de verlo. La música es sutil y aparece en los momentos justos, sin robar protagonismo al silencio del desierto.

Las voces (en inglés) cumplen bien, aunque hay margen de mejora en la mayoría de diálogos de las misiones secundarias. A cambio, los efectos de sonido de las armas, las criaturas y las estructuras están muy logrados y ayudan a sumergirse en la experiencia.

Conclusiones de Dune: Awakening

Hemos de reconocer que hace un año esperábamos muy poco de Dune: Awakening pero, después de pasar un buen puñado de horas en sus desiertos, nos queda claro que no es un MMO al uso, ni un juego de supervivencia como los que copan las portadas en Twitch o Youtube. Es un juego con ideas propias, ritmo propio y un respeto enorme por el material original, sin encorsetarse por él. Es duro, sí. A veces te obliga a parar, a pensar, a replegarte. Pero cuando entiendes cómo funciona su mundo, el juego te acoge por completo.

No es perfecto. Tiene aún aspectos por pulir y sistemas que probablemente evolucionarán mucho en los próximos meses. Pero ya desde su lanzamiento apunta maneras. Algo que merece la pena jugar con calma, con ganas… y con sed.

✔️ PROS: La ambientación y la sensación de sobrevivir en un planeta lleno de peligros.

CONTRAS: Algunas mecánicas necesitan revisarse.

🎮 PLATAFORMAS: PC

Luis Collado
Director de la sección de videojuegos. Economista especializado en marketing. Hablo de videojuegos, cine y libros siempre que puedo.

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