Si hay una franquicia que ha sido capaz de reavivar la llama de los hack & slash en la última década esa ha sido, sin duda, Bayonetta. En una época en la que Devil May Cry 4 no cumplió las expectativas y el resto de propuestas no llegaban a las cotas de excelencia que se esperaban para un título del género, Platinum Games puso toda la carne en el asador y dio una bofetada en la cara a todos aquellos que auguraban el fin del género más pronto que tarde.

Bayonetta llegó para consolidar a Platinum Games como un estudio capaz de brillar con luz propia – algo que se empezó a intuir tras el más que notable Madworld para Wii – y para demostrar que aun había mucho que hacer en un género tan clásico como el del hack & slash. Ahora, ocho años después del lanzamiento de la entrega original, Bayonetta llega a Switch acompañado de una segunda entrega que fue, sin lugar a dudas, el mejor título del reducido catálogo de Wii U y que, como ya comentamos en su momento en Fantasymundo, consigue superar en todo a la primera parte.

El pack de Bayonetta 1 & 2 es exactamente el mismo que todos los poseedores de una Wii U disfrutamos hace cuatro años. Esta nueva edición no incluye ningún extra y modo de juego nuevo que pueda ayudar a justificar una nueva compra para aquellos que ya lo exprimieron hace poco tiempo, pero, teniendo en cuenta el reducido parqué de consolas de la anterior consola de sobremesa de Nintendo, este pack es perfecto para todos aquellos que quieran rejugar Bayonetta y descubrir Bayonetta 2: el mejor hack & slash de la historia de los videojuegos.

Como comentábamos hace un momento, este pack es exactamente el mismo que pudieron adquirir hace unos años los poseedores de Wii U. Los únicos cambios a mejor realizados en esta versión vienen de la mano de un aumento en la resolución del juego que, sin embargo, se queda algo corta en modo dock. Ambos juegos se mueven en todo momento a 720p y 60 frames por segundo tanto en modo dock como en modo portátil. Si jugamos en modo portátil, esta resolución es más que suficiente y, de hecho, el salto respecto a lo que era jugar en el Wii U Gamepad es abismal pero que no se haya luchado por alcanzar los 1080p en modo dock nos demuestra que, quizás, Nintendo se ha limitado a adaptar las versiones de Wii U a Switch sin esforzarse demasiado en el camino. Jugar en modo dock sigue siendo tan satisfactorio como hacerlo en modo portátil, pero la falta de anti-aliashing termina provocando que los dientes de sierra se vean con mucha más claridad en un TV que en la pantalla de la propia consola.

Comentar también que la versión de Wii U de Bayonetta 2 sufría de ciertas caídas de framerate que, en esta versión, se han eliminado casi por completo. Es cierto que en el algún momento puntual podemos ver como esos 60fps no se mantienen del todo estables, pero ocurre de forma muy puntual y, por supuesto, mucho menos que en Wii U. En lo que respecta al tratamiento de los colores, parece que Switch también hace un mejor trabajo que Wii U ofreciendo colores más vivos y ricos en detalles.

Por lo demás, Bayonetta y, sobre todo, Bayonetta 2 siguen siendo un espectáculo visual al que es muy complicado sacar alguna pega. El diseño de los enemigos sigue siendo sublime, sobre todo en los casos de los gigantescos jefes finales y el diseño de la propia Bayonetta y su forma de moverse y de enlazar un movimiento con otro sigue estando lejos de lo que ha ofrecido alguna vez cualquier otro hack & slash.

A nivel jugable ambos títulos permanecen intactos porque, sinceramente, no hay nada que se pueda cambiar a mejor. El sistema de combate se nutre de dos botones de ataque cuerpo a cuerpo, otro para ataques a distancia y un último para hacer los movimientos evasivos que tendremos que dominar a la perfección para aprovechar las ventajas que aporta el Tiempo Bruja. La riqueza del sistema de combate se basa en su, en principio, aparente sencillez para empezar a disfrutar y en su gran profundidad y variedad que puede llevar horas dominar. Equiparnos un arma u otra cambia por completo los timmings, combos y la velocidad de ataque y movimiento, esquivar los ataques enemigos en el momento justo para activar el Tiempo Brujo para ralentizar la acción será nuestro pan de cada día y en Bayonetta 2, además, los ataques Climax dan un toque de profundidad extra a la acción.

Si algo se podía criticar a Bayonetta es que el ritmo de los combates se para demasiado a menudo para mostrar las escenas de tortura en las que teníamos que pulsar repetidamente el botón A para eliminar de formas brutales a los enemigos y, por suerte, Bayonetta 2 supo mantener la esencia de estos momentos, pero reduciéndolas en número, haciendo los combates más rápidos y fluidos que en su primera parte.

En lo que respecta a la estructura de juego, la primera entrega se basa casi por completo en una estructura de avance eliminando enemigos hasta llegar a una fase de mid-boss antes de continuar avanzando hasta llegar al final boss de cada nivel. Por supuesto, esta estructura está llena de situaciones variadas y momentos de plataformeo que dan variedad al conjunto. Sin embargo, es Bayonetta 2 el que se arriesga a introducir varias mecánicas totalmente nuevas y profundas para dotar de mayor variedad a cada nivel. Por ejemplo, llegando un momento de la aventura tendremos una fase de combate sobre railes mientras controlamos un avión de combate que cuenta con distintos tipos de ataque y movimiento. Quien haya jugado alguna vez a Star Fox puede ser que vea más de una similitud entre esa saga y el nivel que estamos comentando.

Al igual que ocurrió en su momento en las versiones de Wii U, ambos títulos cuentan con control táctil y con compatibilidad con varios Amiibos para añadir trajes y, en algunos casos como el de Fox, añadir armas y movimientos exclusivos que aumentan aun más la variedad de opciones disponibles en una jugabilidad ya de por si profunda.

Conclusión

En Fantasymundo hemos hablado infinidad de veces de Bayonetta y su secuela y, siempre que lo hacemos, la conclusión es la misma: si no habéis probado aun la propuesta de Platinum Games estáis dejando pasar una experiencia única, profunda, divertida y, sobre todo, adictiva. Su jugabilidad pulida hasta el extremo, su gran sistema de combate y el humor, a veces negro, a veces absurdo bordan unas obras sobresalientes.
Si ya disfrutasteis en Wii U de este pack, el único motivo real para volverlo a adquirir es su portatibilidad y, si nunca lo habéis jugado – algo muy posible en el caso de Bayonetta 2 por su exclusividad en Wii U – tenéis ante vosotros una obra maestra.

Luis Collado
Director de la sección de videojuegos. Economista especializado en marketing. Hablo de videojuegos, cine y libros siempre que puedo.

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