Farthest Frontier – Análisis

Unos pocos habitantes de un pueblo en decadencia emigran en busca de un lugar mejor donde vivir y progresar. Hallan una tierra virgen donde los recursos todavía se encuentran a su disposición. Así comienza la aventura más épica de uno de los últimos city builders del mercado de los videojuegos.

Farthest Frontier fue anunciado por primera vez en enero de 2021 por su desarrolladora Crate Entertainment, los creadores de Grim Dawn, llegando como acceso anticipado en agosto de 2022.

El pasado 23 de octubre de este año finalmente pudimos disfrutar de la versión 1.0 del título, accediendo así al juego más novedoso en cuanto a los juegos de construcción se refiere.

En este análisis realizaremos un recorrido por la jugabilidad, gráficos, gameplay y otros aspectos del nuevo videojuego de Crate Entertainment, en un año donde títulos como Hollow Knight: Silksong y Clair Obscure: Expedition 33 luchan por el GOTY.

Una premisa simple pero efectiva 

Para un videojuego que tanto tiene que ofrecer a los amantes de este género poco basta para sentarnos delante de la pantalla y disfrutar.

En el caso de Farthest Frontier, asumes el mando de un grupo de colonos que deciden emigrar y asentarse en una tierra lejana y salvaje, al borde de lo que se denomina “el mundo conocido”.

El objetivo consiste en conseguir que esta colonia prospere y sea capaz de sobreponerse al sinfín de adversidades a las que tendrán que enfrentarse; desde el paso de las estaciones, la fertilidad o no del suelo, el acceso a agua potable, enfermedades, fauna salvaje… 

Los creadores del juego han definido este título como un “city/town builder de época medieval en el que se mezclan mecánicas de supervivencia”. Querían ofrecer libertad total para imaginar el origen de sus colonos, su pasado… para que cada jugador pueda proyectar su propia historia y así vivir su propia aventura.

Un bucle jugable adictivo y complejo

En Farthest Frontier comienzas tu aventura con un terreno yermo, pero con muchos recursos, según la zona del mapa donde decidas asentarse. En dicha zona, deberás comenzar a extraer recursos básicos como madera, rocas y comida, para así poder sobrevivir los primeros días con tu nueva colonia.

Una vez que has logrado pasar los primeros días en el nuevo asentamiento, tendrás que ir progresivamente aumentando viviendas, recursos e ir asignando trabajos para poder progresar, entrando así en un bucle jugable como viene siendo habitual en los videojuegos de este género.

Lo que hace que Farthest Frontier se desmarque con respecto a otros títulos es que este bucle jugable no se acaba volviendo aburrido, sino más bien al contrario.

Progreso para jugadores exigentes

El progreso que ofrece el juego está estructurado de tal forma que cuando avanzas un poco desbloqueas más contenido que a la vez te hará esforzarte más para así poder acceder a más contenido. Lo que se va consiguiendo son trabajos, edificios, posibilidad de extracción de recursos que harán que el título se sienta nuevo a cada minuto que pases jugando.

Un aspecto importante a destacar en este apartado es que esta progresión es lenta y, en ocasiones, compleja.

Tras haber probado y jugado otros city builder, en Farthest Frontier avanzar no resulta tan sencillo como en otros títulos, y en muchas ocasiones, los requisitos para progresar son tan altos que tendremos que echar horas para poder lograr un pequeño logro. La curva de aprendizaje de este juego es exigente, incluso en el nivel más bajo de dificultad.

Esto, que puede interpretarse como una manera artificial y poco imaginativa de prolongar la duración del título, no es para nada así. En este juego existe una coherencia en lo que al nivel de dificultad se refiere, pues lo que es complejo es complejo desde el principio y prácticamente desde los albores de nuestro asentamiento podremos ver el coste de muchos edificios y recursos, para lo que habrá que trabajar duro desde el principio.

Hay un factor que se suma a la dificultad, y consiste en los menús y la interfaz. Éstos son muy amplios, con infinidad de opciones.

En ocasiones te puedes ver perdido entre varios apartados de la construcción o mejora de recursos cuando, quizás, lo que estabas buscando era otro apartado del menú.

Este impacto inicial puede llegar a abrumar nada más comenzar la partida, lo que puede hacer que el jugador pierda el interés inicial, al exponerlo de sopetón a una interfaz tan sumamente grande con tantas opciones.

Para finalizar este apartado, la rejugabilidad del juego es elevada. Los mapas donde eliges el asentamiento colonial al principio del juego son generados aleatoriamente, con biomas, distribución de recursos y terrenos variables. A esto se le suma la herramienta de cambio de dificultad que se selecciona al principio de la partida, pudiendo afinar todavía más la experiencia, sin olvidar el árbol de habilidades tan extenso que implementa el título.

Apartado gráfico notable

Farthest Frontier tiene un estilo visual que mezcla la estética medieval con el apartado artístico clásico que podemos encontrar en los city builders (vista de pájaro con cámara libre, con posibilidad de realizar zoom).

No obstante, esto no condiciona que el nivel de detalles sea bajo. El equipo de Crate Entertainment ha puesto especial atención en un apartado que habitualmente no destaca de este género de videojuegos, y sin embargo en Farthest Frontier lo que llama la atención es lo bien que se ve.

Los paisajes tienen una vegetación densa, con terrenos variados, zonas boscosas… Hay muy buen trabajo en los detalles de los edificios cuando te aproximas, incluso en los ropajes de los habitantes. 

Por otra parte, los cambios de clima, ambientación, estación… quedan muy bien reflejados visualmente, aumentando la inmersión y experiencia de juego.

A modo de conclusión

Farthest Frontier es para ti si eres un jugador que disfruta de una simulación profunda y realista y persiguen una experiencia de juego con alto detalle, complejidad y profundidad.

Este juego tiene mucho que ofrecer y probablemente vaya recibiendo actualizaciones que hagan del título una experiencia todavía mayor y más extensa.