La Patrulla del Tiempo, de Poul Anderson: historias sobre viajes en el tiempo

Este año, el sello Nova de la editorial Ediciones B, ha comenzado a lanzar ediciones especiales de algunas de las mejores novelas de su fondo de catálogo. Entre las reediciones de los libros de Brandon Sanderson y algunas otras novelas de ciencia ficción encontramos a la protagonista de esta reseña: “La patrulla del tiempo” de Poul Anderson, publicada originalmente en el mismo sello en 2001.

Poul Anderson nació en Estados Unidos en 1926. Cuando se graduó en 1948 ya tenía publicados varios relatos de ciencia ficción en la revista Astounding. Con el éxito alcanzado con ellos decidió tomarse un año sabático para escribir, que duró hasta el final de su vida. Fue un escritor prolífico de novelas de ciencia ficción, escribió sagas como la de la Liga Polesotécnica, novelas únicas como “Tau Cero” o series de relatos como “La Patrulla del Tiempo”. Pero no se limitó a escribir sobre este género, también redactó historias fantásticas (“Tres corazones y tres leones”) y novelas policíacas. Poul Anderson falleció en 2001 convertido en uno de los mejores escritores de ciencia ficción de la literatura y el que más veces ha ganado el premio Hugo.

“La Patrulla del Tiempo” es un conjunto de relatos que gira en torno a los guardianes del tiempo, en concreto en torno a uno de sus miembros: Manse Everard. La Patrulla del Tiempo es una unidad policial que tiene como objetivo la protección de la historia. Desde el descubrimiento, en un futuro, de los viajes en el tiempo, los danelianos (humanos del futuro) crearon la patrulla para evitar alteraciones en la historia conocida y asegurar así su aparición en el futuro.

Manse Everard pertenece al año 1955 y su verdadera historia comienza en ese año cuando, tras una serie de pruebas, es reclutado por la patrulla del tiempo. Manse es un veterano de guerra e ingeniero mecánico que de un momento a otro se convierte en defensor de la historia. Su primera misión no acaba como se esperaba y todo se tuerce. Esto podría haber significado su fin, pero su futuro le depara grandes cosas y termina convertido en un Agente No Asignado, un miembro de la patrulla que no está atado a ninguna época o misión. De esta manera viajaremos con Manse por la Persia del S. VI a.c (“El valor de ser un rey”), la Norteamérica del s. XIII (“La única partida en esta ciudad”) o al Imperio romano (“Estrella del mar”), entre muchos otros tiempos y culturas. En sus misiones Manse no solo tendrá que enfrentarse a un grupo que intenta cambiar la historia a su antojo, sino que también tendrá que lidiar con un s. XX alternativo en el que Manse se cuestionará su propia moralidad (“Delenda est”).

Pero aunque este personaje aparezca en todas las historias, no es el protagonista de todas ellas. En esta antología destaca el relato “El pesar de Odín el Godo”, donde Carl Farness, un especialista de la patrulla, tiene como misión recopilar la máxima información posible sobre los godos. Se implicará tanto en la historia que él mismo se convertirá en un pilar imprescindible de su cultura poniendo en peligro la estabilidad de la historia y su propia vida.

Esta antología es un libro imprescindible para cualquier amante de la ciencia ficción y sobre todo, de la historia. Lo más destacado de él no es su protagonista, que es un estereotipo más, sino su base histórica. Cuando leemos o vemos narraciones sobre viajes en el tiempo, siempre suelen tocar relatos sobre personajes tan conocidos como Julio César o Colón y épocas como la Inglaterra Victoriana o la Guerra de Independencia de Estados Unidos, por eso me ha llamado la atención que aquí no sea así. Como personaje histórico a destacar tenemos a Escipión, que a pesar de su importancia no se le suele ver en este tipo de historias. Y las épocas en las que se sitúan las misiones de Manse tampoco son las típicas, como “Las cascadas de Gibraltar” que transcurre en el Mioceno o “Márfil y monas y pavos reales” que tiene lugar en los tiempos del rey Salomón.

Además, estos relatos se disfrutan gracias a los detalles y a los conocimientos sobre historia que demuestra el autor en cada uno. Eso sí, esta antología está compuesta por 11 relatos, cada uno de una longitud distinta y que, exceptuando la presencia de Manse Everard y de la patrulla, no tienen relación. La extensión de todos juntos abarca más de 700 páginas y se disfruta más leyendo cada historia por separado y espaciada en el tiempo, que del tirón. Esto último puede transformar la lectura en algo denso y repetitivo. También cabe destacar que, a pesar de que la mayoría de los relatos se escribieron en la década de los 60, se pueden disfrutar de la misma manera en la actualidad, salvo por pequeños detalles como el papel de la mujer en las historias (hecho que va cambiando en los relatos finales del libro que fueron escritos en la década de los 80).

Lo que nos aporta esta nueva reedición no es solo una nueva portada y un formato que hará las delicias del lector, sino también que incluye por primera vez en España los once relatos completos de la “La Patrulla del Tiempo”. El primero se publicó en 1960, y a lo largo de cuatro décadas esta historia se fue ampliando con relatos adicionales que daban más sentido a la historia.

Como curiosidad, cabe destacar que este es uno de los libros que ha inspirado la serie española “El ministerio del tiempo”. Si eres fan de la serie y lees el libro podrás encontrar bastantes similitudes, sobre todo en los relatos “Patrulla del tiempo” y “El valor de ser un rey”.

Pues lo dicho, “La Patrulla del Tiempo” es un libro indicado para los lectores adictos a la ciencia ficción y amantes de la historia que quieran leer un clásico imprescindible de la literatura.

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