Elantris. Edición X Aniversario, de Brandon Sanderson: el hechizo de un gran autor

Ante nosotros tenemos la primera novela publicada de este gran escritor, Brandon Sanderson: "Elantris. Edición X Aniversario" (Ediciones B). No solo es la primera, sino que además tiene el detalle de ser autoconclusiva (modestia que no ha tenido en la mayoría de sus obras posteriores en las que tenemos algunos casos en los que una historia entera estará formada por 12 libros de 1.200 páginas cada uno de ellos) con lo cual esta obra se disfruta tranquila y plácidamente sabiendo que en ella tenemos su principio y su final.

Elantris es el nombre de una ciudad que fue maravillosa y rica tanto al hablar de su estructura como de sus habitantes. En ella abundaba la alegría y el progreso, y las enfermedades tenían cura para todo aquel que quisiese recibirla, y se llegó a tal punto que sus ciudadanos llegaron a ser considerados dioses.

Pero hoy en día, lo único que queda de Elantris es su esqueleto podrido, abandonado y enfermo, y en su interior habitan las criaturas más abominables del planeta, ya que están bajo la maldición del Shaod, la misma que antes hacía que esa gente fuera considerada casi un dios.

La civilización más cercana a la vieja Elantris es la ciudad de Arelon, donde tienen su propio reino e intentan vivir lo mejor posible. Pero todo lo que la ciudad conocía como normalidad llega a su fin cuando descubren que su querido príncipe Raoden ha sido contagiado por la misma maldición que maldice Elantris, con lo que es desterrado a malvivir los años que le queden entre las paredes de esa sucia ciudad en ruinas sin tener siquiera derecho a despedirse.

Pobre príncipe Raoden, después de haber luchado tanto contra su padre para cambiar las cosas, para que el pueblo viviese en mejores condiciones y sobre todo ahora que su vida iba a cambiar totalmente tras la noticia de su futura boda con la princesa Sarene de Teod, no le queda otra que intentar hacerse a la idea de que su vida ha llegado a su fin.

En otra parte del mapa, la joven princesa Sarene va camino de conocer a su futuro marido. ¡Qué alegría!, pues toda la corte daba ya por hecho que la princesa moriría sola tras varios intentos de casamiento fallidos, pretendientes que nunca le llamaron la atención, ya que esos hombres sólo la veían como un florero, algo que llevar del brazo para dejarse ver en las veladas más distinguidas. Pero Sarene es mucho más, tiene una mente privilegiada que gracias al apoyo de su padre, se ha abierto camino en el mundo de las finanzas y a la hora de gestionar las cuentas de sus propiedades, no necesita a ningún hombre para llevarlas a cabo. Pero el príncipe Raoden es diferente, cree que se entienden muy bien, pese a no haberse visto en persona nunca, ella tiene la esperanza de haber encontrado un perfecto compañero de viaje con el que compartir conocimientos, e incluso –quien sabe- darle un heredero.

Nadie sabe que ella está llegando a Arelon unos días antes de lo que se había previsto, precisamente para darle una sorpresa a Raoden y poder conocerse en persona lo antes posible. Pero la sorpresa se la lleva ella al ver la ciudad de luto y enterarse por el rey de que su amado, su prometido, aquella persona que iba a hacerla inmensamente feliz, había muerto tras una horrible y misteriosa enfermedad.

Esta historia podría dejarse así, pensar que Sarene volverá a casa sumida en la desgracia y se hará a la idea de que Raoden nunca ha existido. Pero eso no es ni de lejos lo que pasa entre sus páginas. Sarene no se fía de las palabras del rey, y cuando descubre que el cuerpo de su amado se encuentra en Elantris, empieza a estudiar todo lo relacionado con esa ciudad. Además toda la corte parece haber olvidado de pronto el fallecimiento del príncipe, porque ni están de luto, ni lloran su pérdida, ni le hacen caso a la que se supone que era su prometida.

Pese a parecer una historia medieval, no solo tiene lo propio de la época, sino que también está repleta de magia y lo que podríamos conocer como tecnología. Porque la presencia de los “seones” que acompañan a diversos personajes de la historia –son como sus mayordomos personales que carecen de cuerpo, siendo simples entes que levitan entorno a su amo y los aconsejan a lo largo de su vida- hacen que la trama sea mucho más interesante.

Por otro lado -paralelo a las investigaciones de la princesa- está la trama política y religiosa que aparece desde el mismo principio, donde la iglesia cree tener la solución para la maldición que asedia Elantris y para el reino al perder a su joven príncipe. A lo largo de los capítulos podemos encontrar personajes muy bien construidos, con las ideas muy claras (a veces demasiado claras) y que cuyos objetivos deben ser cumplidos pase lo que pase, y llegando donde sea necesario.

Pero que nadie se olvide de Elantris y su civilización, porque tienen mucho que contar.

Ha sido una historia intensa, cargada de detalles que consiguen mantenernos pegados al libro de principio a fin (pese a sus 800 páginas) y con unos protagonistas que consiguen ponernos en un bando o en otro. Es una buena elección para conocer a Brandon Sanderson si quien está leyendo esta reseña aún no le ha dado la oportunidad. Desde aquí lo recomendamos pero también avisamos: quien empieza a leer a Sanderson, cae en su hechizo y lee todo lo que publique. Aunque sea una saga interminable, aunque las páginas no tengan fin, no habrá vuelta atrás.

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