Una conexión ilógica, de John Corey Whaley: para lectores que desean salir de su zona de confort

John Corey Whaley es el autor de "Una conexión ilógica", una novela recientemente publicada por Alfaguara. Su primera novela, "Where Things Come Back", conquistó los premios Printz y el Morris en 2012. Posteriormente fue finalista del National Book Award en 2014 con "Noggin", su siguiente novela.

"Una conexión ilógica" no es la típica historia sobre adolescentes que tanto solemos ver en la literatura juvenil, sin necesidad de irnos a un mundo fantástico para hacerlos diferente. Sus protagonistas tampoco lo son. Veamos la descripción que nos ofrece la sinopsis:

"Solomon tiene dieciséis años y lleva tres sin salir de casa. Es agorafóbico, pero lo lleva bien."

"En cambio, Lisa está dispuesta a todo para entrar en una de las mejores Facultades de Psicología del país, y "arreglar" a Sol es justo lo que necesita para conseguirlo, lo quiera él o no".

Que la historia se centre en Solomon es lo más interesante de todo el libro. Es un adolescente con problemas no tan típicos, dándole al lector una perspectiva poco conocida para alguien que no esté acostumbrado a convivir con la agorafobia, una enfermedad de esas que no suelen salir en los libros. No sé hasta qué punto el autor se habrá documentado para escribir la novela, pero a mí desde luego me ha convencido. Es capaz de meterte en la mente de Solomon sin que parezca ridículo y, para mí, solo por eso merece la pena leer el libro.

Por otro lado tenemos a Lisa, un personaje que nunca ha terminado de caerme bien por su obsesión en "arreglar" a Solomon, y… a su novio Clark, el tercer protagonista de esta historia y, en mi opinión, algo desaprovechado. Y no, no hay romance. Al menos no de la forma en que estáis pensando. Porque no hay absolutamente nada romántico entre Lisa y Solomon, un detalle que me encantado por lo mismo que la agorafobia de Sol. Hacen al libro distinto de los demás. No me atrevería a decir si bueno o malo, depende de con qué lo compares, pero sin duda distinto.

Sin embargo tengo que ponerle dos pegas. Me ha gustado ver como Solomon se enfrenta a sus miedos y se van imponiendo sus ganas de mejorar, lo que no me gusta es la dependencia que desarrolla hacia Lisa y Clark. Su amistad es buena para él y le ayuda a querer mejorar, pero depender de otros para estar bien es como caminar por una cuerda floja, es muy fácil perder pie y caer al vacío. La segunda pega es el final, que será muy bonito y emotivo, pero en mi opinión es la parte más forzada y poco creíble del libro.

Si esperáis una historia de amor, este no es vuestro libro. Si queréis leer algo distinto, si sois fans de Star Trek y os gusta disfrutar de referencias a vuestra serie favorita, si queréis arriesgaros y salir de vuestra zona de confort como hace Solomon, podéis probar con "Una conexión ilógica". Seguro que no os deja indiferentes.

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