¿Qué es una elección?

Una elección es un proceso mental donde juzgamos varios posibles cursos de acción para acabar eligiendo uno, el cual juzgamos que será el más adecuado para nuestros fines. Durante todos los días de nuestra vida, seamos conscientes de ello o no, tomamos una miríada de decisiones, como echarnos azúcar o no en el café, ceder el asiento o no a un anciano en el bus…

Existen otros tipos de elecciones que no tomamos constantemente, y sin embargo son las que más pensamos, como pueden ser dejar el trabajo para seguir las aficiones de uno o dejar a tu pareja para irte con tu amante. Decisiones que tendrán más impacto sobre nuestra vida en particular.

De alguna manera en muchos videojuegos hemos asumido que las únicas decisiones importantes son las segundas mientras que las primeras tienden a quedar relegadas como mínimo a un segundo plano. Típicamente a la inexistencia.

The Banner Saga 3 te hace afrontar tanto las unas como las otras de forma constante. Tiene además la distintiva habilidad de conseguir que nunca estés completamente seguro de a cuál de ellas te enfrentas, pero como me gusta decir: empecemos por el principio.

The Banner Saga 3 es un juego ostensiblemente de estrategia por turnos. En este controlaremos a dos grupos distintivos de personajes con objetivos diferentes en un mundo basado en leyendas y mitología nórdica que está viviendo los que pueden ser sus últimos días. La mayor parte del tiempo estaremos, o bien tomando decisiones desde los puntos de vista de los protagonistas a partir de diálogos, o enfrentándonos a enemigos en un combate por turnos táctico con pocas unidades en un estilo parecido a XCOM o The Phantom Doctrine.

Así pues, en este título estaremos constantemente sopesando decisiones: ¿debería compartir mis recursos con los refugiados de guerra a cambio de debilitar a mi propia gente? ¿Perdonar a uno de los seres que componen el ejército enemigo, un Dredge, que no parece hostil? ¿En combate debería mover a un personaje unas cuantas posiciones más y dejarlo algo más expuesto, usándolo de cebo para rodear al grupo enemigo?

El juego te bombardea con decisiones que tomar. No todas son importantes, pero sí tendrán un impacto ya sea sobre la trama o cierto shock emocional durante el momento. Incluso cuando ganas un combate que ha sido increíblemente difícil mirarás a tus personajes heridos de vuelta en el menú y te preguntarás: “¿hice lo correcto? ¿Qué pasará ahora?”

Como en muchos momentos de la vida real, muchas veces no sabremos si hemos tomado la decisión correcta, y eso dota a The Banner Saga 3 de cierta autenticidad que muchos juegos de su clase carecen. Así que sólo puedes seguir adelante y ver qué te deparará el resto de tu aventura.

Estas sensaciones no serían posibles de no ser por el gran trabajo de guion que hay detrás del título. Los personajes son profundos y complejos, cada uno tiene su propia manera de ser y de comportarse, la cual expresan de forma muy natural en una situación tan extraña y desesperada como la que se encuentran.

La historia se expone principalmente mediante diálogos y el narrador va cambiando entre los dos grupos de una forma muy dinámica. Esto nos mantiene en vilo, preguntándonos qué ocurrirá cuando el foco vuelva al resto de personajes. Todo esto acompañado de un arte visual muy expresivo y vivaz que consigue dejar impregnada la sensación de que nos encontramos ante un mundo al borde del colapso.

Lamentablemente, y con respecto a la historia, debemos indicar que el juego sólo está disponible en inglés y con todos los diálogos y textos que contiene, sólo podemos recomendarlo encarecidamente a aquellos que se sientan cómodos con la lengua de Shakespeare ya que comprender la historia es algo fundamental para la jugabilidad.

Temáticamente el título nos pone al final de un largo camino, en un mundo al borde del colapso y la destrucción eterna. No es un tema terriblemente original es cierto. La aniquilación total es un cliché tan dado de sí que a veces sorprende que siga siendo tan prevalente en el medio y, sin embargo, como muchos títulos de la índole es la manera de contar la historia lo que consigue agarrar al jugador. Son los temas que trata como la venganza, la violencia y el odio al diferente, y eso por citar tan sólo unos pocos. Es el viaje lo que importa. No tanto el final en sí.

Pero aun así no cabe duda de que es el final de una saga. No he hablado de los anteriores títulos ya que no entran dentro del ámbito de este análisis. Cualquier obra debería aguantarse por sí misma y no requerir de anteriores para sostenerse, o ese es el ideal al menos. En este caso en particular The Banner Saga 3 aguanta su propio peso de forma encomiable. Sin embargo, es cierto que es un título que mejora cuando se juega en consonancia a sus anteriores títulos.

Pero bueno, ¿y qué pasa con la jugabilidad? Imaginamos que esto es lo que os estáis preguntando ya desde hace unos párrafos. Aquí nos encontramos con un excelente juego de estrategia por turnos que nos hará sudar la gota gorda en ocasiones y nos mantendrá pegados a la silla en la mayor parte de ocasiones. Las mecánicas son sencillas: nuestros personajes tienen ciertos atributos, Strength, Armor, Willpower, Exertion y Break. Algunos de ellos son fijos durante los combates y otros pueden ir subiendo o bajando dependiendo de la situación. Normalmente bajando.

La mecánica más importante concierne a la Strength y Armor. La primera cuenta tanto como la vida de nuestros personajes como el daño potencial que pueden realizar. Por tanto, cuanta más vida perdamos peor combatirán en ataques básicos. La segunda son puntos que evitan que nos hagan daño directo, pero también irá bajando por los golpes.

Esto hace que los combates sean rápidos y mortíferos. El enemigo puede atacar a nuestra armadura o vida y nosotros tendremos que tomar la misma decisión. Además, ciertos ataques funcionan tan sólo contra un atributo u otro, por tanto, tendremos que sopesar nuestros movimientos con cuidado. Un sólo paso en falso puede provocar nuestra derrota. Una buena maniobra, la victoria.

Podremos utilizar también el Willpower de nuestros personajes para ejecutar movimientos especiales, así como movernos más lejos en un turno o realizar un mayor daño. El Willpower es un recurso escaso y aunque puede recuperarse mediante algunos objetos o habilidades gastaremos más del que recuperaremos. Y esto está bien, ya que por diseño nos obliga a pensar muy bien cuánto gastar y para qué.

Además, resulta temáticamente muy apropiado: una obra donde las elecciones de todos los personajes influyen en la trama y toman un papel protagonista también funcionan como mecánicas y elementos jugables. Nos encontramos ante un títulocuya jugabilidad y trama se encuentran en armonía y eso no es algo que se vea todos los días.

Como último apunte la música es un elemento sobresaliente del título y me temo que por sí misma merece su propia y trabajada crítica, que por desgracia no tengo el tiempo ni el placer de realizar. Basta decirse que corre a cargo del fantástico compositor Austin Wintory, que hace un trabajo espléndido con unas composiciones que reflejan el mundo de The Banner Saga 3 a la perfección.

Como conclusión, The Banner Saga 3 consigue dar un merecido final a una larga trilogía. No existen elecciones o decisiones que no sean importantes en el juego, o al menos a nosotros nos han marcado a fuego. Y, ¿acaso no es esto lo fundamental? No importan tanto el número de finales distintos como la marca que cada decisión deja en la persona, y en esto The Banner Saga 3 es sobresaliente.

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Javier Bellver
Desarrollador web por el día y softofilo en la noche. Se me puede encontrar la mayor parte del tiempo mirando a la pantalla y a veces bailando en cota de malla en algún promontorio bajo la luna llena.

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