Tercero sin ascensor, de Lara A. Serodio: risas y sentimientos

"Tercero sin ascensor" es la segunda novela de Lara A. Serodio, que debutó con "Una vida M", una historia sobre el salto de la juventud a la madurez con el mundo del baloncesto de fondo. Natural de Vigo, se mudó a Barcelona donde sigue residiendo y donde estudió guión en la Escuela de Cine de Catalunya (ESCAC). Además ha cursado un Máster de estudios literarios y culturales en la Universitat de Barcelona. Es redactora de portales de actualidad como Weloversize y S-Moda de El País. Actualmente combina labores de traductora y correctora con su trabajo de copywriter para diferentes agencias.

Barcelona. Una noche. Dos citas. Tres posibles compañeros de piso. Cuatro amigas… Y uno de los finales de Liga más disputado de la historia del fútbol español.

Citas imposibles entre hinchas rivales, encuentros surrealistas, decisiones extremas, algo de aventura y muchas confidencias apuradas –entre amigas– al hilo del móvil, mientras nuevos inquilinos van y vienen en busca de un tercero sin ascensor.

¿Quién no ha vivido nunca una noche de infarto como esa?

¿No os parece prometedor? ¿De verdad no os llama la atención? "Tercero sin ascensor" narra una noche muy especial entre cuatro amigas con personalidades muy distintas: Júlia, Silvia, Lucía y Elena; y sus amigos. Además de ser conocerse bien entre ellas, tienen en común que viven o pretenden vivir en ese tercero sin ascensor que da nombre al libro. Pero que no os engañe ese título, hay mucho más que contar en solo una noche.

Lo que más he disfrutado del libro, lo que lo hace diferente, es la caracterización de los personajes. Se emocionan, cometen errores, dicen tonterías, dos frases después sueltan una reflexión súper profunda y en la siguiente escena cometen una locura… son reales. Es fácil para el lector identificarse con al menos uno de ellos, o por lo menos con partes, lo que hace que sus historias te lleguen más y no quieras dejar de leer para saber qué pasa. Y la verdad es que unos personajes así, que salen completamente del guión, se agradecen mucho. ¡Y además los entiendes! Al menos a la mayoría.

Tiene de todo: hay amistad, hay amor, hay fiestas, lecciones de madurez y de juventud, hay fútbol, hay risas… Muchas risas. Es imposible pasar de las dos primeras páginas sin esbozar al menos una sonrisa. Otro detalle que me ha gustado mucho son los mensajes y los recortes de periódico que hay intercalados en los capítulos. Siguen el mismo tono que el resto de la novela, no rompen el ritmo y son un plus a la hora de seguir pasando las páginas, sin importar la hora que sea y que al día siguiente tengas que madrugar.

La única pega que puedo ponerle es, que a pesar de todo lo que me reído mientras leía, algunas cosas me han parecido algo exageradas, un poco forzadas al surrealismo, pero que se perdonan porque la autora consigue su objetivo de sacar una sonrisa.

Como resumen podría decir que se trata de una novela llena de risas, con situaciones increíbles entremezcladas con momentos más serios y cargados de sentimiento que no dejaran indiferente a nadie, pero prefiero decir: ¡Leedla! ¡Dadle una oportunidad! No os arrepentiréis.

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