Sentinels, de Martín Piñol: no da todo lo que prometía

Martín Piñol es un conocido autor barcelonés de literatura infantil y juvenil. Con venticinco libros publicados, como "El gran tratado de la caca", "Una de vampiros" y "200 locuras para que te quedes conmigo" entre otros, llega "Sentinels", su nueva novela publicada simultáneamente en castellano y catalán por La Galera. Además, Piñol ha conseguido alcanzar cierto éxito con su serie de humor y zombies para niños La cocina de los monstruos.

Hoy en día, cuando al año se estrenan varias películas de superhéroes y cada vez hay más series de televisión basadas en cómics de superhéroes o que completan los universos que vemos en el cine, a nadie le debería sorprender que salgan libros que continúen esta tendencia. Pero "Sentinels" no es cualquier libro de superhéroes, es más que cualquier libro cómico porque en sus páginas se mezclan los superhéroes que tan de moda están con los realitys y talents show que también están de moda en la pequeña pantalla.

¿Interesante? No es la típica historia de superhéroes que estamos acostumbrados a ver y me llamó la atención la historia de hacer un reality para crear un grupo de justicieros entre gente normal, simples aficionados a DC y Marvel o gente que busca el premio que ofrece el concurso, el gran sueño de David y Toni, presentadores de televisión y grandes amantes del mundillo de los superhéroes. En total un grupo de diez participantes que se convertirán en Sentinels, diez personajes que manejar en la novela sin contar al resto de secundarios que forman parte del mundo televisivo que describe Piñol.

¿Os parecen muchos? Porque para las 275 páginas que tiene el libro sí que lo son. El autor intenta dotarles a todos de su propia personalidad y darles profundidad, pero solo lo consigue de verdad con Toni, David y en menor medida con Diana y Jonathan, estos cuatro son los más definidos de todos, los que se podrían considerar los protagonistas y el resto simple atrezzo para adornar la narración. Por otro lado, que el libro no sea muy largo hace que la historia avance con rapidez, otro de los motivos por los que el lector no llega a conocer a la mayoría de los personajes, y mantiene la tensión de la acción, sobre todo en la parte final del libro. Sin embargo esta forma de narrar, saltando rápidamente de una escena a otra en ocasiones es demasiado abrupta y da la sensación al lector de que a veces se está perdiendo algo.

Como en toda buena historia de superhéroes también hay un supervillano, contado en clave de humor igual que toda la novela y, que como esta, a veces peca demasiado de rozar el absurdo. Por ejemplo, para que os hagáis una idea, hay un personaje que cuando habla, ojo que no cuando escribe, todas sus frases terminan con un emoticono de los que usamos todos en Whatsapp. ¿Y por qué? Porque es youtuber. Como os imagináis, no es uno de los personajes definidos que he mencionado antes. Lo mismo que pasa con este personaje ocurre con las situaciones a las que se enfrentan los Sentinels, algunas de ellas son tan absurdas que en vez de hacer gracia son ridículas.

Es posible que tuviera las expectativas demasiado altas con este libro, que al final se ha quedado solo en una lectura diferente con un final que es lo mejor de todo el libro. Una gran sinopsis que al final ha resultado ser un sí pero no, un intento que en mi opinión no ha llegado a ser todo lo bueno que prometía. Recomendado a todos aquellos que disfruten del humor disparatado y que no les importe arriesgarse en sus lecturas.

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