Médicos especialistas en oftalmología han mencionado la importancia de valorar la salud ocular, ya que gran parte de la población ha evitado los chequeos y revisiones periódicas por el coronavirus. Asimismo, advierten que el sol y el cloro pueden provocar lesiones en los ojos, especialmente en personas mayores y con patologías previas.
La oftalmóloga, Naira Huertas, asegura que “no está de más que de vez en cuando realicemos alguna revisión, lo que es seguro es que deberían hacerlo de manera periódica personas con problemas en la vista asociadas a la edad, glaucoma (tanto el paciente con sus familiares de primer grado), pacientes con defectos de refracción como la miopía y la hipermetropía, diabéticos, hipertensos, aquellos con patologías corneales (como el queratocono) y con problemas de superficie ocular como los que presentan sequedad, queratitis o conjuntivitis”.
En verano, la alta radiación solar y el cloro de las piscinas pueden provocar lesiones importantes en los ojos. La conjuntivitis, la fotoqueratitis, las erosiones corneales y el denominado ojo seco son algunas de las patologías más comunes. Estas se “producen tras una exposición prolongada y sin protección al sol, provocando múltiples molestias”, sostiene la experta.
Los profesionales alertan también de problemas en la retina, concretamente en el área macular y en el cristalino como consecuencia de la exposición prolongada a los rayos solares sin protección.
Por otro lado, el cloro también influye negativamente en la salud ocular. “El cloro se utiliza como agente desinfectante en las piscinas y el exceso de éste o simplemente su presencia en el agua, puede producir en algunas personas irritación conjuntival tras 30-40 minutos de baño, provocando una conjuntivitis irritativa”, sostiene la doctora Huertas.
Las personas que utilizan lentes de contacto deben prestar mayor cuidado, ya que son más propensas a contraer una queratitis infecciosa, una inflamación de la córnea por la invasión y multiplicación de microorganismos en su interior.
La exposición solar excesiva no es adecuada para la salud ocular. Durante el verano, los problemas relacionados con la vista crecen en un 25 por ciento. Los ojos de los niños son 20 veces más sensibles que la piel ante el sol. Por ello, es importante utilizar lentes solares para reducir la exposición a los rayos ultravioletas (UV). Estos deben ser homologados, ya que los filtros absorben la radiación UV que emite el sol, evitando que llegue a nuestros ojos, sostiene Cintia Zapata, especialista en Oftalmología y redactora en Superguapas.
Como complemento, se aconseja el uso de gorros y sombreros. Por otro lado, en caso de sufrir alguna disfunción visual, se aconseja utilizar gafas de natación en la piscina. Estos también pueden graduarse. El óptico optometrista recomendará la mejor opción para cada persona, ya sea para uso común o deportivo. También es importante lavarse los ojos con agua dulce después de la piscina.
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