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Octopath Traveler

Si ha habido un juego que haya sido capaz de mantener la cotas de hype que generó en su momento Breath of the Wild ese ha sido Octopath Traveler. La obra de Square Enix que ha involucrado a los creadores de Bravely Default y Bravely Second: End Layer ya está disponible en Nintendo Switch y ha llegado envuelto en una atmósfera de expectación y escepticismo que se ha ido aclarando con la llegada de dos demos muy interesantes que han servido para poner de manifiesto los puntos fuertes y débiles de un juego que busca trasladar a los jugadores a la época del mejor JRPG clásico.

Lo primero que destaca en Octopath Traveler es que, a diferencia de la gran mayoría de RPGs, aquí no descubriremos una gran historia que nos irá guiando de un punto a otro del mapa mientras vamos siguiendo los pasos de un gran villano o intentamos salvar al mundo de su devastación. En Octopath Traveler viviremos ocho pequeñas historias centradas en cada uno de los protagonistas, siendo estas totalmente independientes unas de otras no llegando a entrelazarse en ningún momento. Según avancemos en el juego, iremos reclutando a cada uno de los ocho héroes disponibles, pero, cada vez que encontremos a un personaje, este comenzará a relatarnos su historia personal que estará fragmentada en una serie de capítulos independientes que nos obligarán a viajar a distintas zonas del mundo para ir avanzando en la trama de ese personaje.

Aquí es importante resaltar que el juego prácticamente nos obligará a ir intercalando capítulos de los distintos personajes, siendo muy complicado completar la trama de un personaje de un tirón. Para obligarnos a intercalarlas, cada capítulo de trama de un personaje tendrá un nivel de dificultad recomendado mucho mayor que el anterior, lo que nos obligará a pasar horas grindeando en caso de querer completar varios capítulos seguidos de un mismo personaje. Si optamos por la vía natural, la de intercalar las historias de los distintos héroes, iremos subiendo de nivel de forma natural y siempre nos encontraremos a la altura de los retos que se crucen en nuestro camino.

El hecho de que las historias de los personajes sean totalmente independientes unas de otras han provocado que el equipo de desarrollo haya tomado la decisión de no incluir al resto de personajes en los diálogos y escenas de vídeo de la trama de cada personaje, dando lugar a escenas en las que se pierde totalmente la coherencia argumental al leer cómo recomiendan al héroe no adentrarse solo en una cueva llena de monstruos cuando, en realidad, va acompañado de siete héroes más. Esto también provoca que los diálogos entre personajes sean prácticamente inexistentes, lo que evita que puedan desarrollarse lazos afectivos entre ellos, algo que suele ser vital en un RPG. Creemos que la estructura de historias independientes no tenía porqué haber afectado a los diálogos y relaciones entre personajes y que, con un poco más de planificación, podría haberse dotado a Octopath Traveler de una coherencia argumental absoluta que hubiera acompañado al gran sistema de combate del que hablaremos dentro de poco.

Continuando con el desarrollo de los capítulos de la historia, todos ellos siguen un patrón bastante similar que consiste en llegar a una ciudad concreta, hablar con varios personajes clave para conseguir información sobre la misión que estamos llevando a cabo, utilizar la habilidad única de cada personaje y explorar una mazmorra para derrotar al jefe de turno. Aunque este sistema nunca llega a hacerse pesado o repetitivo, lo cierto es que, sí se echa en falta algo más de variedad en la estructura y desarrollo de los capítulos, ya que siempre sabremos qué vendrá a continuación, lo que deja a un lado cualquier giro de guion o sorpresa inesperada.

Las habilidades de personajes de las que hablábamos en el párrafo anterior son uno de los grandes puntos fuertes de este título. Cada personaje cuenta con una acción única que puede usar sobre cualquier NPC que se cruce en nuestro camino. Estás acciones nos permiten comerciar con ellos —o robarles, si queremos probar suerte—, investigarles para obtener información y descuentos en tiendas y posadas, enfrentarnos a ellos para dejarlos inconscientes y poder pasar a los sitios que protegen o pedirles que se unan temporalmente a nuestro grupo para llevarlos a otras zonas o que luchen a nuestro lado en los combates. Cada acción tiene sus beneficios y al final, pasaremos horas buscando NPCs en cada rincón de las ciudades para usar todas las habilidades sobre ellos.

Pero, sin duda, el punto fuerte de Octopath Traveler es su sistema de combate. En un principio podemos pensar que nos encontramos ante el clásico sistema de combate por turnos en el que podemos ver quién será el próximo luchador en atacar mediante un indicador en la parte superior de la pantalla, pero, una vez que descubrimos las Roturas y los Impulsos, todo cambia por completo. Todos los enemigos del juego cuentan con una serie de «Escudos» con un número en su interior que indica las veces que tendremos que atacarle en sus puntos débiles para producirle una «Rotura». Cada enemigo tiene diversas debilidades, como atacarle con arcos, espadas o magias de hielo o aire entre otras muchas, pero, habitualmente, esas debilidades serán secretas y tendremos que ir descubriéndolas probando distintos ataques o utilizando habilidades de algunos personajes para sacarlas a la luz. Una vez que le produzcamos la Rotura, ese enemigo permanecerá dos turnos aturdido y, además de no atacar, todos nuestros ataques le causarán mucho más daño.

Este sistema de Roturas no sería nada si no estuviera acompañado de los Impulsos. Cada vez que empecemos un nuevo turno, nuestros héroes ganarán un punto de impulso que podremos almacenar o gastar para aumentar por 2, 3 o 4 —en función del número de impulsos que usemos— el efecto o el número de ataques que realizaremos en ese turno. Por ejemplo, si usamos dos puntos de impulso sobre nuestro ataque básico, realizaremos tres ataques seguidos sobre un enemigo, pero si usamos los impulsos para usar un hechizo de curación, el número de PV que recuperaremos será mucho mayor. Eso sí, el personaje que utilice algún punto de Impulso en su turno no recibirá otro en el turno siguiente, por lo que saber cuando usarlos o guardarlos es fundamental para el éxito de los combates. Si se utilizan bien, se pueden aprovechar para provocar una Rotura muy rápida a un rival o para realizar un hechizo demoledor cuando se encuentre aturdido. Todo dependerá de nuestra estrategia.

Este sistema, que sobre el papel puede parecer algo engorroso, es muy sencillo, intuitivo y, sobre todo, divertido. Este sistema de combate se convierte en el pilar principal de Octopath Traveler y en el motivo por el que, después de 50 horas de juego, los combates siguen siendo divertidos.

A nivel de diseño el juego nos ha sorprendido y decepcionado a partes iguales. Por un lado, el diseño de mazmorras y escenario en general es bastante pobre. Todos los escenarios se limitan a ser meros pasillos que recorreremos sin opción a desviarnos demasiado salvo para abrir un par de cofres, pero ni siquiera en las últimas mazmorras, tendremos que resolver un puzle, atravesar una zona laberíntica o algo que se aleje del típico pasillo lineal que recorreremos una y otra vez durante decenas de horas de juego. Creemos que el equipo que hay detrás de este proyecto tiene la capacidad de dar mucho más de sí en este sentido.

Por otro lado, el diseño artístico de todo el proyecto es simplemente perfecto. Desde el primer momento sentiremos que nos encontramos ante un JRPG clásico de la época de los 32 bits donde cada pixel se ha cuidado hasta el extremo. Igual que comentábamos que los escenarios son muy lineales, los decorados de estos están repletos de detalles que consiguen darles vida. Mención especial para los efectos de iluminación, que son, sin duda, lo más cuidado de todo el conjunto. Ver como la luz del sol se refleja en un cristal o en las olas del mar es simplemente maravilloso y sirve para demostrar que, con trabajo y esfuerzo, se pueden crear obras que enamoren solo con mirarlas.

La banda sonora se encuentra al mismo nivel que el apartado gráfico y es que la amplia variedad de temas que escucharemos durante el juego están realizados con un mimo exquisito. Cada vez que el juego busca hacernos sentir alegría, tristeza, miedo o decepción lo consigue gracias a su música y, de hecho, no es de extrañar que más de un jugador haya soltado una lágrima gracias a su banda sonora. Además, gran parte de los diálogos se han doblado al inglés y al japonés y todos los textos se han traducido al castellano, por lo que podremos disfrutar del juego en las mejores condiciones posibles.

Conclusión

Octopath Traveler es el JRPG imprescindible que Square Enix y Nintendo que pensábamos que sería. Es cierto que todos aquellos que busquen una buena historia como hilo principal en un RPG, pueden quedar decepcionados, pero el gran potencial de su sistema de combate cubre por completo todas las debilidades que pueda tener el título en sus otros apartados. Os aseguramos que si os unís al grupo de Oberic, Tressa, Cyrus y compañía, no podréis apartaros de ellos hasta que completéis el juego.

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