En la pasada primavera se publicó la novela Las esferas del tiempo, de Rubèn Montañá, por parte de la editorial La Galera, que ha sido galardonada con el Premio Joaquim Ruyra 2020. La novela nos traslada a la Barcelona de finales del siglo XIX, exactamente a 1888. Un año marcado no sólo por el gran acontecimiento, la Exposición Universal, si no porque algo malvado acechaba las calles de la Ciudad Condal…
Para los que vivimos en Barcelona o muy cerca, cualquier novela que esté ambientada en ella nos interesa como otras no hacen, es muy gratificante leer sobre esas calles que hemos pisado, sobre todo si la historia está situada en el pasado pero con ciertos elementos del steampunk. Una mezcla muy atractiva.
Por si eso fuera poco, existen unas esferas con unas habilidades relacionadas con el tiempo que serán decisivas para la Ciudad Condal y para Domènec y sus compañeros.
Las esferas del tiempo es una novela ideal para que los más jóvenes (y también para los no tan jóvenes) se introduzcan en la ciencia ficción y conozcan el subgénero steampunk. Tiene todos los elementos para no aburrirse: personas con habilidades especiales, seres invisibles, monstruos, fantasmas e incluso conspiraciones históricas.
Me ha gustado descubrir esa otra Barcelona por tres razones. La primera porque al estar situada a finales del siglo XIX, la ciudad se encontraba en proceso de cambio debido a la revolución industrial que estaba sucediendo en Europa, una época en la que la clase obrera tuvo un papel fundamental como el autor muestra en pequeñas pinceladas, al mostrarnos esas reuniones clandestinas por los derechos laborales. La segunda por esa parte sobrenatural y misteriosa escondida entre sus calles: poco puedo decir sin caer en el spoiler pero hay un ser llamado Basilisco deambulando por la ciudad cuyas víctimas se encuentran en un estado entre la vida y la muerte y por ese un grupo de personas con habilidades especiales que deberán unirse para hacerle frente (¿quién no querría tener poderes?). Y la tercera porque la historia ocurre en Barcelona, mi ciudad vecina que conozco tan bien y de la que siempre es un gustazo leer.
Aunque la acción está bien presente y en ningún momento da la sensación de que sea una novela lenta, muy al contrario, hacia el final me ha dado la sensación de la trama se aceleraba de tal manera que a veces me sentía confusa sobre lo que estaba pasando. Los diferentes hilos argumentales que tiene la trama son muy interesantes pero al ser una novela tan corta, de unas 250 páginas, me ha dado la sensación de que le faltaba algo más en cuanto a la parte steampunk. O soy yo, que quería saber más. Para mí Las esferas del tiempo ha sido la introducción de una historia más potente que seguro que habrá, porque el final tiene todas las características para que haya un segundo libro.
Las esferas del tiempo es una novela para jóvenes (pero igual de disfrutable para los más mayores) que abre la puerta a una misteriosa Barcelona del siglo XIX, llena de peligros y seres con habilidades especiales. Ideal para todos los fans de la ciencia ficción y el steampunk.
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