La razón de estar contigo, de W. Bruce Cameron: oda a la amistad humano-canina

Esta es la historia de un perro llamado Toby. Y Bailey, y Ellie, y Chico. De un perro que, a través de sus múltiples encarnaciones, no deja de buscar su propósito en la vida. Pero también es la historia de las relaciones humanas vistas desde la perspectiva un can. Y, sobre todo, es una historia de amistad, de amor puro. Sí, de ese que solo encuentras en el fondo de los ojos de tu perro.

Después de su rotundo éxito en Estados Unidos en 2010, Roca Editorial ha traído a España “La razón de estar contigo”, de W. Bruce Cameron. Una novela que vendió en Norteamérica más de un millón de ejemplares, y que en nuestro país llegó a la segunda edición a las 24 horas de salir a la venta. Y, además, un libro que inspiró una película homónima. Pero ¿es todo este éxito merecido? ¿O se trata de una obra común sobrevalorada por el gran público? Averigüémoslo.

Toby nace en una guarida bajo las raíces de un árbol. Es un perro callejero que, tras unos primeros meses huyendo de los humanos, es adoptado por una señora que tiene decenas de canes en un patio. En esa primera vida, aprenderá a convivir en manada, además de un pequeño truco que le permitirá llegar hasta Ethan. Pero esto ya será como Bailey, un golden retriever que va a parar a una familia donde lo adoran, y forja con el niño de la casa un lazo irrompible, que se convierte en su propósito en la vida. Propósito que vuelve a cambiar cuando regresa como Ellie, una pastora alemana que será entrenada como perra policía. Finalmente se transformará en Chico, un sabueso que, tras toparse con diversos obstáculos, encuentra de nuevo su camino.

Durante este largo viaje Bailey hace muchísimas cosas de perro, de esas que sacan una sonrisa a cualquier persona que tenga o haya tenido a alguno. Y que, desde la lógica perruna, toman un cariz mucho más divertido. Como si perseguir ardillas o ladrarle al timbre fuese una labor de suma importancia.

Por otro lado está la vertiente humana, pues Bailey también observa a las personas que tiene alrededor, e interpreta, a su peculiar manera, el amor, la tristeza, la derrota y la superación, la ira, la bondad. Emociones y situaciones que no termina de comprender, pero a las cuales siempre sabe reaccionar con una pata consoladora, un ladrido alegre o un gruñido defensor.

A través de sus ojos, el lector se siente identificado con el drama que ocurre en la vida de la gente cercana al peludo protagonista.

Otro de los aciertos de la novela es que hace desfilar ante el lector a los prototipos más comunes de dueños: desde la señora rescatista que no puede parar de recoger perros, a la familia que adora a su mascota única, o a los que se hacen con un animal por simple capricho. De esta forma nos hacen reflexionar sobre lo que muchos de estos animales pasan, y sobre la responsabilidad que supone adoptar uno.

En cuanto a las cuestiones formales, “La razón de estar contigo” no es una novela compleja de grandes alardes ni florituras. Su trama no va más allá de lo que podéis leer arriba, siendo sencilla, sin giros demasiado sorprendentes; su lenguaje es claro y directo, su prosa común.
Bailey es una bola peluda de amoroso carisma, pero aparte de él, ninguno de los personajes llega a destacar sobre los demás. Se trata de personas sencillas, como cualquiera que podríamos encontrar en la calle, o en el reflejo de un espejo. Y el libro tampoco se mete en dramas, sino que se limita a relatar la vida tal cual ocurre. Pero con una inocencia que cautiva y emociona.

Y ese es el gran secreto de esta obra de Cameron. La razón de que me leyera dos de las vidas de Bayley (tres cuartos de la novela) de un solo tirón. No soy de las personas que ríen o lloran cuando leo, y sin embargo este título ha conseguido que haga las dos cosas.

“La razón de estar contigo” es una obra profundamente emocional. Capaz de calar muy hondo. Más, al mismo tiempo, es una novela muy personal, que no llegará a todo el mundo. No dirá nada a quienes no les gusten los perros, o si jamás han tenido un vínculo especial con uno de ellos.

Pero si alguna vez has reído a carcajadas jugando al tira y afloja con tu perro, si has sentido su alegría y su libertad cuando le lanzabas una pelota, si has hundido tu cara en su cuello peludo en busca de consuelo, entonces este libro es para ti, porque en él hallarás los cientos de razones por las que lo adoras.

Y, sobre todo, “La razón de estar contigo” está dedicado a todos quienes han debido despedir a un amigo de cuatro patas. Porque tal vez no haya un paraíso perruno más allá del arcoíris. Tal vez él, o ella, estén sentados a tu lado, con otro cuerpo y otro nombre, pero siempre cumpliendo su propósito: recordarte que hacerte feliz es su razón para estar contigo.

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