Criptonomicón, de Neal Stephenson: una novela adictiva y compleja

Neal Stephenson (Fort Meade, Maryland, 1959) estudió en la Universidad en Boston y desde 1984 vive de la escritura. Sus temas giran en torno a ordenadores y tecnologías relacionadas con estos, como la criptografía y la nanotecnología. Así ocurre en sus mejores novelas: "La era del diamante: manual ilustrado para jovencitas" (1995), premios Hugo y Locus, o en "Criptonomicón" (1999), premio Locus. La continuación de esta, El Ciclo Barroco, incluye "Azogue", "La confusión" y "El sistema del mundo", publicadas todas ellas en Nova.

"Criptonomicón" es una de esas obras que Ediciones B ha decidido reeditar en formato de un único volumen en vez de los tres en los que se publicó inicialmente. Una decisión basada en la demanda de los libreros, como título de fondo necesario en el momento de mayor explosión del género en España, con sus pros y sus contras, siendo el más evidente el más que respetable tamaño, y peso, en que se queda el libro.

No os asustéis por las 855 páginas, porque cada una de las tres partes está bien diferenciadas y podéis hacer pausas entre una y otra. Además, se trata de una edición muy cuidada, de tapa dura y con una cinta marcapáginas a juego con la portada que compensa el abultado volumen del libro.

Se trata de una obra mítica del género, originalmente publicada en tres volúmenes y con una venta histórica en España que supera los cien mil ejemplares, cifra muy elevada para los estándares de la ciencia ficción de nuestro país.

En "Criptonomicón" se cuentan dos historias paralelas, que se van entrelazando a lo largo de las páginas hasta formar una sola. Por un lado tenemos a Lawrence Pritchard Waterhouse, y unos cuantos personajes históricos reales, un genio matemático que vive de primera mano la segunda guerra mundial y el desarrollo de la criptografía, mientras que sesenta años más tarde el libro nos cuenta las andanzas de Randy Waterhouse, un brillante «criptohacker» que participa en la creación en el Sureste asiático de un paraíso de datos y el mayor exponente de la libertad informática. Dos tramas en apariencia distintos que tienen mucho más en común que el parentesco entre algunos de sus protagonistas.

Tengo que reconocer que a veces se hace algo pesado porque es una historia muy desarrollada, que necesita tiempo para contar todo lo que el autor quiere decir. Tiempo para pasar a la acción. Tiempo para desarrollar unas tramas tan complejas que se prolongan varias décadas en el tiempo y que Stephenson maneja de forma magistral. Tiempo para que el lector conozca y se encariñe de los personajes.

En definitiva, un tiempo que te hará disfrutar de la gran historia, con tintes de aventura y novela histórica, con apuntes matemáticos y nociones de criptografía que es "Criptonomicón". Es casi imposible dejar de leer una vez que has encontrado el ritmo entre la segunda guerra mundial y el presente, cuando consigues ver casi de forma literal cómo se van moviendo los hilos que las unen.

Ha sido la primera novela que he leído de Stephenson, me ha dejado un buen sabor de boca al terminar y con ganas de leer algo más suyo. Recomendado para todos los amantes del género que no les asusten las lecturas largas o que ya hayan disfrutado de algún libro de este autor.

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