Bienvenidos de nuevo al Universo DC. En esta ocasión vamos a hablar de la, de momento, despedida del mundo del cómic de uno de los mayores arquitectos del Universo DC, no es otro que Geoff Johns, prolífico guionista con una especie de “toque de midas” para “resucitar” franquicias muertas y convertilas en todo un fenomeno superventas, así lo hizo con la JSA junto a James Robinson, lo hizo con Flash, primero con Wally West y después se encargó de traer por todo lo alto a Barry Allen y por supuesto lo hizo con Hal Jordan y todas las franquicias que tienen que ver con el universo Green Lantern.
Llega 2012 y ocurre un hecho ya conocido en DC, pues ya se dio en 1985, tras las míticas “Crisis en Tierras Infinitas” y es que al igual que entonces DC decidía “borrar” toda la continuidad anterior y comenzar desde “cero” todas sus cabeceras, pues bien tras “Flashpoint” se planteaba la misma situación y al igual que en los ochenta al final la editorial ve que su “legado” es demasiado importante y algo que buscan sus lectores. Por ello tras casi cinco años de publicación con la premisa de “reboot” total, la editorial encarga una última misión a su futuro presidente de entretenimiento, Geoff Johns, traer de vuelta todo el legado de DC a este Nuevo Universo y de paso incluir en él cierta obra que revolucionó el género de los superhéroes.
ECC nos recopila el especial en rústica “Universo DC Renacimiento” y pese a que normalmente alabo las iniciativas de la editorial en cuanto a edición y propuestas de coste, como el hecho de que regalara el primer capítulo de este especial durante el “Batman Day”, si que es verdad que en esta ocasión, no entiendo porque un cómic que con el fin de atraer nuevos lectores y recuperar a los viejos que abandonaron el barco; gracias a un guión referencial y lleno de guiños y a un elenco de dibujantes de primer nivel como son Ivan Reis (“Aquaman”) Gary Frank (“Superman”, “Shazam”) Phil Jiménez (“Crisis Infinita”) y Ethan Van Sciver (“Green Lantern: Renacimiento”, “Flash Renacimiento”), todos ellos compañeros de Johns en algunas de sus mejores historias, tuvo un precio de venta en USA de tan sólo 2,99 $ y aquí sale a 7,50 euros y con la única diferencia de un gran artículo introductorio de Fran San Rafael y las variant covers de las hasta tres reimpresiones que tuvo en América. Una decisión que si bien la editorial luego ha compensado sobradamente lanzando todas las grapas n.º 1 de las nuevas series “renacidas” a 1 euro, no deja de ser chocante y a veces frustrante para el consumidor.
Vamos a ver ahora la gran despedida de Johns. El primer capítulo arranca con el arte de un experto en “renacimientos”, Ethan Van Sciver, un misterioso narrador ensalza el valor de su tío y nos presenta la gran verdad tras el Nuevo Universo, alguien ha robado 10 años de la vida de los héroes tras Flashpoint y por ello se dan tantas inconsistencias entre edades y sucesos (bonita forma de justificar la casi nula planificación editorial de New 52), mientras vemos los engranajes de un reloj. Tras ello pasamos a la Batcueva donde Batman aún lidia con el descubrimiento que le dio la silla Mobius durante “La Guerra de Darkseid” y es que no hay un solo Joker, si no tres, el clásico de “Batman 1”, el de la “Broma Asesina” de Moore y Bolland y la actual versión creada por Snyder y Capullo. De pronto un rayo cae sobre la cueva y ¡aparece Wally West como Kid Flash! En una electrizante splash un asustado Wally intenta pedir ayuda a un desconcertado Bruce, parece que la Fuerza de la Velocidad tira de él, pero le recuerda a Wayne que recuerde cómo consiguió la carta de su padre, acto seguido tenemos una preciosa secuencia retrospectiva en la que vemos la vida de Wally desde que conoce a Barry, pasando a su transformación en Kid Flash, las Crisis y hasta Flash Point y como una oscura mano robo el tiempo y originó el Nuevo Universo y nadie más lo recuerda.
Para el siguiente capítulo contamos con el super expresivo trazo de Gary Frank, un portento de expresiones faciales y de representar como nadie ambientes urbanos y emociones. En este segmento las visitas de Wally nos van a dejar una serie de pistas de las geniales cosas que están por venir. La primera será la visita a la residencia “La Buena Vida”, donde conoceremos a un anciano llamado Jonhy Thunderbolt, el antiguo señor del genio morado atrapado en su bolígrafo (Parece que la JSA estará de vuelta ¿qué será entonces de los chicos de Tierra-2?). Por su parte una extraña joven rubia llega a una comisaria de Metropolis buscando a Superman, tranquila y sonriente por su seguro futuro, entre sus pertenencias incautadas ¡un anillo de la Legión de Superhéroes! ¿Será Saturn Girl? ¿La Legión está de vuelta?
Tranquilo porque este segmento no ha acabado porque Johns quiere hablar aquí de legados y por ello Ryan Choi recibirá un ominoso mensaje de Ray Palmer y un Átomo tendrá que encontrar a otro, mientras que Jaime Reyes, el último en portar el nombre de Blue Beetle, ahora parece tener de mentor a ¡Ted Kord! El segundo Blue Beetle, el infatigable y divertido compañero de Booster Gold que muriera antes de la Crisis Infinita de Johns y recibirá una misteriosa visita del destino. Y vemos a los nuevos héroes, Damian como Robin, Jessica Cruz como Green Lantern y hasta un joven afroamericano que parece será el nuevo Aqualad. Además Pandora, aquella que desató todos los males de este mundo descubrirá que hay un mal mucho peor que los pecados, uno que puede dejarte reducido a ser una simple mancha en el suelo.
“Amor” el el título del tercer capítulo y tras rememorar los recuerdos de West y buscar su legado, el brasileño nos mostrará el nombre del hermano gemelo perdido de Wonder Woman, Jason. Nos devolverá a los último días de Superman, con una preciosa splash donde este jove universo aún intenta asumir la pérdida que ha tenido, donde Jonathan White recibirá la visita del misterioso Señor. Oz. Pero el capítulo va de amor, sentimiento y perdida, por ello Johns incide en cómo Green Arrow y Canario Negro sienten algo “extraño” cuando están juntos como si les faltara algo. Reis retoma al personaje que lanzó a la grandeza, Aquaman, y asistiremos a la pedida de mano de Mera. Y Wally, nuestro pobre y perdido Wally, se encontrará con Linda Park, la que era el amor de su vida y madre de sus hijos y que no logra reconocerle, desgarrador momento y gran efecto de cómo la Fuerza de la Velocidad lo sigue devorando.
Es tiempo ahora de que Phil Jiménez, recree aquel mítico momento en que un moribundo Barry Allen se iba presentando a varios héroes antes de la Crisis en Tierras Infinitas para avisar de la llegada del Antimonitor, por ello por aquí está Capitán Boomerang, al que parece que le espera un destino aciago junto al Escuadrón Suicida, Wally intenta contactar también con Dick y con Vic, sus queridos titanes pero nadie le recuerda. Johns aprovecha este capítulo para explicar quién es el Wally West New 52 y es que es otro sobrino de Barry por otra parte de la familia, sí, una forzada con calzador típica de Johns pero que deja funcionales a estos dos personajes.
Jiménez como el alumno aventajado que es de Pérez, dota de un gran clasicismo y energía a sus páginas y para mí le toca dibujar el mejor momento del número, cuando un resignado Wally se presenta para dar un último adiós a Barry, y éste en el último momento se da cuenta de quién es y lo salva de la desintegración, Barry y Wally volverán a correr juntos.
Es tiempo de los dos polémicos epílogos, pues un nuevo misterio debe ser resuelto por el detective de Gotham, parece que un comediante murió en su ciudad y ha dejado un ensangrentado pin en la Batcueva, maravillosa la splash de Gary Frank recreando este hecho. Y por último volvemos al reloj, vamos al lejano Marte, donde un extraño ser vigila a los vigilantes, cada segundo es un regalo que este ser le dio a nuestros héroes, ¿amigo o enemigo? ¿Dios o demonio? El tiempo dirá.
Un nuevo viejo Universo se alza ante vosotros, geniales héroes, increíbles equipos creativos, historias nuevas pero ancladas en un glorioso pasado, el Universo DC ha renacido, gracias Geoff Johns por las historias, esperaremos tu pronta vuelta a tu renacido hogar.
