Es un tópico decir que el tiempo vuela, pero de vez en cuando pequeños hitos nos hacen darnos cuenta del paso de los años en toda su crudeza. Hechos cotidianos que nos sorprenden y nos mueven a echar la vista atrás para preguntarnos, atónitos, cómo han podido pasar ya dos décadas desde que algo sucediera.
Algo de eso ocurre con esta reedición, más de veinte años después y de la mano de la editorial Espasa, de la novela «Las máscaras del héroe», que ve así revitalizada su presencia en los estantes de las librerías. Unos estantes que, al menos en aquellas que disponen de un buen fondo, solo llegó a abandonar cuando se agotó, hace más de un lustro.
Que nos coja por sorpresa que haya pasado tanto tiempo desde su creación no es, en cualquier caso, algo achacable a su autor. No puede decirse que en estos años se haya difuminado la presencia de Juan Manuel de Prada en el mundo literario (aunque ese mundo sí ha experimentado cambios sustanciales) o el de los medios de comunicación, al contrario. Tampoco a que, como lectores, le hayamos perdido la pista, pues hace solo unos meses tuvimos ocasión de escucharle durante la gira de presentación de «Mirlo Blanco, cisne negro», su última novela.
«Las máscaras del héroe», publicada en 1996, fue la primera novela de De Prada, un escritor que, pese a su juventud (impresiona releer algunas páginas pensando que fueron creadas por alguien que tenía en el momento de escribirlas solo veinticinco años), ya era entonces conocido por dos libros, el inclasificable «Coños» y el de relatos «Los silencios del patinador», publicados en los dos años anteriores. Solo un año después ganaría el Premio Planeta con su segunda novela, «La Tempestad», traducida a más de veinte idiomas.
No resulta fácil definir en pocas palabras una obra como «Las máscaras del héroe». Describirla como un retablo de la bohemia madrileña de las primeras décadas del siglo XX, desde su inicio hasta la Guerra Civil, es decir poco de esta novela coral por la que desfilan buena parte de las figuras literarias y artísticas de aquellos años, moviéndose en un mundo con más sombras que luces. Sombras en las que, además, De Prada parece recrearse, no ahorrando detalles cuando se trata de retratar la sordidez, la miseria y la ruindad.
Simplificando mucho podría decirse de ella que es una especie de recreación de la trastienda del paisaje y el paisanaje cultural de aquellos días. El lado más humano y, a menudo, cainita de la Generación del 98 y la Generación del 27. Pero sin olvidar nunca, y así se advierte al comienzo de la novela, que no es una obra histórica sino una obra de ficción, y que incluso los personajes históricos que aparecen en ella están tratados de forma ficticia. Retratados en un homenaje irreverente e iconoclasta, hasta lo caricaturesco en ocasiones.
Los personajes centrales son el narrador, Fernando Navales, un arribista aspirante a escritor, y Pedro Luis de Gálvez (la novela empieza con una brillante carta suya solicitando el indulto desde un penal), poeta anarquista y bohemio. Un personaje real, extremo y lleno tanto de humanidad como de crueldad, que Juan Manuel de Prada convierte en símbolo de los tiempos en los que le tocó vivir. En torno a la historia de celos, manipulación, saqueo literario y ajuste de cuentas que los une, el autor construye un mosaico de vivencias y situaciones, retrato de una época difícil y crispada.
De manera acorde a la historia narrada, estilísticamente De Prada despliega en la novela una prosa vigorosa y contundente, que rezuma humor cáustico y donde brillan con luz propia algunas metáforas deslumbrantes.
Se da la circunstancia de que para la presente reedición el autor ha revisado el texto y ha realizado algunas correcciones, modificando la puntuación y algunas frases.
La ilustración de la cubierta (y la sobrecubierta) de este libro de tapa dura es un dibujo impactante de unos personajes en un café de la época. Creado originalmente por el dibujante Alex Lemoine para una edición de bolsillo que apareció en Francia, De Prada lo localizó para pedírsela y poder emplearla en esta reedición de su obra.
Juan Manuel de Prada (Baracaldo, 1970) es escritor, crítico literario y articulista. Pasó su infancia y adolescencia en Zamora, la tierra de origen de sus padres. Es licenciado en Derecho, aunque nunca ha ejercido como abogado.
Con su primer libro, «Coños» (1995), y los relatos de «El silencio del patinador» (1995, ampliado en 2010) sorprendió a la crítica por su imaginación y su uso del lenguaje. Debutó en la novela con esta monumental «Las máscaras del héroe» (1996), con la que obtuvo el Premio Ojo Crítico de Narrativa de RNE. Al año siguiente recibió el Premio Planeta por «La tempestad» (1996), que fue traducida a una veintena de idiomas y supuso su consagración internacional. Sus siguientes novelas fueron «Las esquinas del aire» (2000) y «Desgarrados y excéntricos» (2001). Siguieron «La vida invisible» (2003) que recibió el Premio Primavera y el Premio Nacional de Narrativa, y «El séptimo velo» (2007) que se alzó con el Premio Biblioteca Breve y el Premio de la Crítica de Castilla y León. Luego vinieron «Me hallará la muerte» (2012), y, en Espasa, «Morir bajo tu cielo» (2014). También en Espasa publicó «El castillo de diamante» (2015), galardonada con el Premio de la Crítica de Castilla y León, y su última obra hasta el momento, «Mirlo blanco, cisne negro» (2016), su novela más personal.
Articulista y colaborador en programas de radio y televisión, ha obtenido los más prestigiosos reconocimientos del periodismo literario; entre otros, los premios Mariano de Cavia y Julio Camba.
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