Hecatombe, de William Gerhardie: un apocalipsis satírico y divertidoHecatombe”, de William Gerhardie, viene de la mano de Impedimenta en su labor de recuperar o reeditar clásicos desconocidos o inéditos en nuestro país. “Hecatombe” fue publicada en 1928 aunque la crítica parece estar de acuerdo en que su obra cumbre fue “Los políglotas”, publicada originalmente en 1925 y que le valió el reconocimiento de sus contemporáneos (publicada también por Impedimenta en 2015).

Hecatombe” nos cuenta sobre Frank Dickin, un joven autor, a quien todo el mundo cree emparentado con Dickens. Dickin está escribiendo una novela sobre sus viajes por balnearios de toda Europa y sus relaciones con diferentes jóvenes. Entonces entra en escena Lord Ottercove, un noble, que posee varios periódicos y editoriales a quien el joven Dickin le presenta su novela para que se la publique.

La historia trata de sus estancias con una familia rusa por parte de madre e irlandesa por parte del padre, que perdidas sus posesiones en la Rusia comunista, viaja vagando por toda Europa, viviendo de su antigua nobleza, cobrando favores y, en definitiva, sufragando los enormes gastos de su lujoso tren de vida a costa de otros. Evidentemente al poco de la lectura que efectúa Dickin a Ottercove nos damos cuenta de que la historia está por completo inspirada en los hechos reales de su relación con los Kerr, en especial con las hijas Zita y Eva. Así que Ottercove accede a publicar la novela y a cambio, le permite a Dickin extraer de su cuenta personal tanto dinero como necesite, cosa de la que van a querer aprovecharse el resto de personajes que lo rodean. Porque uno de los elementos más numerosos de la novela es el personaje que quiere beneficiarse de otro, o trata de obtener favores porque conoce a alguien influyente como Ottercove.

Más adelante aparecerá un científico Chris De Jones, que pretende terminar con el mundo por medio de una explosión de un día para otro.
Al principio el lector puede hacerse un lío con los personajes, pero transcurridos unos episodios ya te has familiarizados con ellos, pues el tronco de toda la narración está centrado en los cuatro más importantes: Frank Dickin, Lord Ottercove, Eva Kerr y Chris De Jones. Este cuarteto se encuentra muy bien definido y sus caracteres desarrollados con bastante profundidad.

Ellos también encarnan los vicios o malas costumbres más destacados del libro: el falso amor, la lujuria; el interés por ascender en la escala social a cualquier precio; de la misma manera que aparentar tener un estatus ya perdido; el interés (o falta de él) por el dinero y la ostentación, las comidas lujosas, las joyas, la ropa elegante; la superficialidad, la vanidad y la falta de valores y de moral en general que les conduce a la infelicidad y a nunca conformarse con lo que tienen o con aquello que les ha proporcionado la vida. Esto se traduce en la desidia y aburrimiento de Ottercove, que parece actuar a golpe de impulsos, con lo que peligroso que resulta esto, pues siendo el propietario de todos los periódicos de Gran Bretaña, acumula un gran poder en el Reino Unido, desde el Primer Ministro hasta la Corona tienen en cuenta sus opiniones y comentarios. Esta actitud no solo resulta dañina para su país, si no que también se refleja en el séquito que lo frecuenta y que siempre busca obtener de él su dinero o su influencia.

Frank Dickin busca un reconocimiento rápido y masivo por su obra, independientemente de la calidad de esta, usando las estrategias y mentiras acordadas con Ottercove para hacerse más notorio en la sociedad inglesa. Artimañas que después de mucho tiempo obtienen su resultado, no sin algún incidente diplomático por el camino. Además de permanecer bajo el rico paraguas del Lord.

Eva Kerr, su hermana y su madre viven en un permanente sueño de grandeza en el que todavía existe la corte de la Rusia zarista y esperan recuperar su posición y posesiones perdidas por la revolución socialista, mientras tanto se mueven impulsadas por el lujo, la ostentación, los caprichos, las apariencias y la necesidad de obtener un reconocimiento social, dilapidando y gastando el dinero que no les pertenece. Una de las cantinelas que más se repiten a lo largo de la historia por parte de las Kerr es: “…cuando se arreglen las cosas en Rusia”.

Hecatombe, de William Gerhardie: un apocalipsis satírico y divertidoChris De Jones supone el elemento más extravagante, caótico e incluso pervertido de los personajes. Un “genio no comprobado”, frase que discurre como un running gag que se repite durante toda la historia. De Jones no es más que otro espabilado que también obtiene beneficio de su relación con Lord Ottercove y sus diferentes relaciones pasadas y presentes. Y que por capricho decide poner en marcha el fin del mundo.

Hecatombe” consigue ser una lectura adictiva y divertida con unas tramas ágiles y desenfadadas, con diálogos ingeniosos; está repleta de enredos, que generan situaciones cómicas, en especial con los diferentes matrimonios, divorcios y quién es hijo de quién que pueblan sus páginas desde el mismo comienzo. Puro material de comedia clásica, aunque enfatizando la sátira y la crítica social, pues focaliza en la superficialidad de varios personajes, como el propio Lord Ottercove, que parece moverse a impulsos, en función de su aburrimiento, y que no le importan las consecuencias que tendrán sus actos.

Por si fuera poco, incorpora el elemento de ciencia ficción, sobre todo desde la mitad hacia el final, y que encaja a la perfección con el resto de la narración, cambiando la comedia social en un divertidísimo apocalipsis.

Mitad sátira, mitad ciencia ficción “Hecatombe” es una obra original que adelanta los peligros de la energía nuclear y que resultó una influencia esencial para autores como Graham Greene, Vladimir Nabokov o Evelyn Waugh. Puedes leer el primer capítulo de “Hecatombe” en el siguiente enlace.

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