Ghost in the Shell Arise 1, de Fujisaku y Oyama: el alma de la acciónLos que todavía recordamos la época en que uno podía seguir casi todas las novedades manga que se publicaban y comprarse un helado con el dinero que sobraba, tenemos dos referencias ineludibles que espero lo sean también para quienes han tenido la suerte de crecer en este periodo de esplendor mangamaníaco que tanto estamos disfrutando.

Para no extenderme: el título de la primera acaba por la misma letra por la que empieza y la otra es Ghost in the Shell. En 1995, Mamoru Oshii cogía el manga creado por Masamune Shirow a principios de los noventa, lo despojaba de la socarronería y el punto picarón y llevaba la trama por derroteros mucho más solemnes y trascendentes. El resultado fue un clásico instantáneo de la ciencia ficción y del cyberpunk que presentaba por primera vez al gran público a uno de los personajes más carismáticos del manga y el anime: la Mayor Motoko Kusanagi, una cyborg miembro de la Sección Policial de Seguridad pública 9 – Sección 9 para los amigos –, la organización gubernamental encargada de luchar contra el ciberterrorismo en el Japón de 2029.

Ghost in the Shell Arise 1, de Fujisaku y Oyama: el alma de la acciónNueve años después el director tokiota volvía a la carga con la “secuela” partiendo de una de esas ideas que cuando salen bien todo son risas pero que en el momento de planteárselas al productor hay desmayos en la sala. Porque en Ghost in the Shell 2: Innocence la protagonista ni está, ni se le espera. Con dos Oshiis. O con dos Mamorus.

Innocence mantuvo la apuesta por la excelencia con un relato detectivesco que aprovechaba el universo de GITS para desarrollar una trama de fondo y estética noir, sustituyendo los colores fríos y asépticos del primer film por una paleta de tonos cálidos que transformaban por completo la experiencia.

Esto supuso la confirmación de una constante en Ghost in the Shell: la continua reinvención de la saga. Si bien Shirow ya había continuado en papel el desarrollo de tramas ambientadas en el mundo creado por él mismo en 1989, la “segunda parte no secuela” de Oshii toma los mismos personajes y el mismo contexto para mostrarnos otra versión de ellos.

Ghost in the Shell Arise 1, de Fujisaku y Oyama: el alma de la acción

Con esta idea en mente había surgido en 2002 su primera adaptación televisiva: GITS: Stand Alone Complex. La serie, dividida en dos temporadas de 26 episodios cada una, vira hacia el thiller de acción centrándose en el trabajo que realiza la Sección 9 enfrentándose a las dos amenazas principales que dividen ambas temporadas e investigando los demás casos que se le presentan al equipo dirigido por Aramaki.

Sin abandonar las reflexiones acerca del ghost, la serie dirigida y escrita por Kenji Kamiyama («Higashi no Eden») centra el tiro para ofrecer una producción más pragmática pero igualmente excelsa. A las tramas centrales de cada temporada, gloriosamente complejas y con un desarrollo brillante, se suman un puñado de capítulos independientes centrados en algún aspecto concreto del universo GITS o en alguno de los miembros de la Sección 9, que son una delicia e inciden en la idea de volver una y otra sobre los mismos personajes desde distintas perspectivas para dotarlos de múltiples matices. Un must-see para cualquier seriéfilo que rivaliza con las mejores producciones del género, animadas o no.

Ghost in the Shell Arise 1, de Fujisaku y Oyama: el alma de la acción¿Por qué, os preguntaréis, en una reseña  de un manga no paro de hablar de anime? Pues porque Arise, al contrario que el GITS original, ha sido OVA antes que manga y además, bebe directamente de las últimas versiones animadas de la franquicia.

Tras dos largometrajes basados en Stand Alone Complex, Production I.G volvió a la carga en 2013 con un replanteamiento de la saga en un conjunto de cinco OVAs que darían lugar a una serie de televisión y al manga que hoy nos ocupa.

En «Ghost in the Shell Arise: Sleepless Eye» el guionista Junichi Fujisaku nos presenta a Batou y el resto del equipo de la Mayor Kusanagi antes de formar parte oficialmente de la Sección 9. La entrada en Japón de uno de los terroristas más buscados del mundo hace que Aramaki ponga a la unidad sobre la pista del criminal ante el riesgo de que esté preparando un atentado en tierras niponas.

El acusado de volar el Shangai Gate resulta ser un antiguo compañero de armas de Batou en los Rangers cuya espiral autodestructiva tiene mucho que ver con el pasado existente entre Motoko y nuestro soldado cibernetizado más querido.

En consecuencia, la caza al terrorista pronto se revela como un mero pero necesario catalizador para ahondar en el origen de la relación de una de las parejas más formidables del anime. A través de los recuerdos de Batou nos trasladamos de la muy bien representada Newport City a la República de Kuzan, donde la unidad Ranger de Batou tiene como misión rescatar al Ministro de Exteriores Niloy, atrapado en territorio enemigo.

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Después de infiltrase en el lugar donde se encuentra escondido, el equipo de fuerzas especiales descubre que anteriores unidades han sido completamente masacradas a excepción de un soldado destinado a perder el hilo de vida que aún conserva a manos de una misteriosa mujer. Y si, es Motoko.

Tras aclarar el malentendido, la Mayor Kusanagi y los Rangers tratarán de escoltar al político hasta el Campamento de las Fuerzas de Paz entre una lluvia de balas cortesía de la guerrilla Qhardis, en una huida que recuerda inmediatamente a la película Black Hawk Down.

Ghost in the Shell Arise 1, de Fujisaku y Oyama: el alma de la acción

Porque en “Ghost in the Shell Arise: Sleepless Eye” prima la acción. Acción de la muy buena. El trabajo del dibujante Takumi Oyama es realmente meritorio, consiguiendo unas escenas tan espectaculares como fluidas y regalándonos varias ilustraciones a doble página que os impresionarán. Todo ello con un dibujo limpísimo y lleno de detalles que nos obligan a recrearnos en cada viñeta. Una gozada.

El rediseño de los personajes sigue obviamente la estela de las OVAs y salvo por Motoko, Saito y Pazu, se mantiene prácticamente igual respecto a las versiones animadas anteriores a Arise. Como dato curioso, ahora los tanques robóticos de inspiración arácnida se llaman Logicomas.

Ghost in the Shell Arise 1, de Fujisaku y Oyama: el alma de la acción

Para despedir el tomo, Oyama incluye la primera parte de una pequeña historia de producción propia titulada “El final del verano”, en la que un currito deberá hacerse a la idea de que en una semana se acaba el mundo. Aparentemente inclinada hacia el terreno del shōnen de joven enamoradizo, es un complemento bien recibido en un manga editado en un formato mayor al utilizado habitualmente por Planeta Cómic y que la editorial barcelonesa publicará con frecuencia bimestral hasta completar los siete de los que consta la miniserie.

El formidable trabajo que desde aquel lejano 1995 han venido realizando quienes versión tras versión han adaptado el mundo de Shirow al cine, la televisión o como ahora, al manga, encuentra en Arise una continuación a la altura de una franquicia que cada página que pasa aumenta su leyenda. No te la pierdas.

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