Los videojuegos son un medio único. A diferencia del cine o la literatura, se nos permite interactuar con lo que hay dentro de la pantalla, convirtiéndonos en parte responsable de cómo se desarrollan los acontecimientos. Es un medio activo, no pasivo. Y, sin embargo, la experimentación siempre ha ido encaminada hacia el mismo objetivo, el del juego. Es una obviedad, claro, puesto que su naturaleza es la de entretener con formulas jugables y recompensas de acierto o error. Pero también es un espacio para jugar –valga la redundancia– con conceptos más arriesgados.

Estos últimos años hemos visto cómo el género de los “walking simulators” – títulos en los que el objetivo es explorar un escenario e interactuar con él sin enemigos u objetivos que cumplir para disfrutar de la narración– ha ganado fuerza. Un género que, en contra de la tradición jugable, es más cercano al relato o la película interactiva. El pequeño estudio holandés Sassybot se ha embarcado en una aventura valiente. Con Fragments of Him han querido hablar sobre la pérdida de un ser querido y el impacto que ha tenido en nuestras vidas. Un esfuerzo encomiable que se ve lastrado por mecánicas soporíferas que nos impiden conectar con la historia.

Fragments of Him

Recuerdos ensombrecidos

Fragments of Him gira en torno a la muerte de Will tras un desafortunado accidente de tráfico y cómo esto afecta a los que le rodean. A través de su abuela, su novia durante su etapa universitaria y su actual novio, descubriremos la evolución de un joven y su paso a la madurez. La premisa es ambiciosa y el estudio se merece una ronda de aplausos por intentarlo. Y desafortunadamente “intentarlo” es la palabra, puesto que el resultado final no llega al nivel de la idea presentada.

No somos más que una presencia ajena a los personajes que debe clicar sobre objetos del entorno –los cuales se encuentran resaltados y no existe interacción con nada más– para provocar una reacción en cada uno de los protagonistas. Así, estos narran lo que han vivido junto a Will, dibujando su personalidad. Una personalidad que cae en el maniqueísmo gracias a situaciones repetidas en docenas de otras historias. Quizá esa fuese la idea, crear un personaje que todos podríamos haber conocido, pero por desgracia se antoja como un cliché. Tal vez el tratamiento de su bisexualidad sea lo más novedoso de todo.

Fragments of Him

El error fundamental de la experiencia es su faceta jugable. Jugable porque nosotros somos quienes lo juegan, aunque es una sensación más parecida a la de completar una tarea tediosa. A cada clic hay una reacción, o no, donde interviene un personaje. Incluso para hacer que se muevan de un lugar a otro debemos hacer clic, ver cómo desaparece y reaparece un par de pasos más adelante y volver a hacer clic. Es como tratar de ver una película contada a través de diapositivas: primera imagen, se escucha el clic, cambia la escena y escuchamos un breve monologo, otro clic y el ciclo se repite. A veces hay varios clics seguidos antes de una nueva intervención; en otras ocasiones no se escucha nada más y la pantalla se funde en negro. Tras lo que rápidamente surge una clásica pantalla de carga con consejos redundantes sobre cambiar la sensibilidad del ratón o cómo moverte más rápido por el escenario, rompiendo la poca inmersión que se había creado.

Y sin inmersión no hay interés por lo que nos están contando, y sin ello el género fracasa. Es cierto que cuando la narración pasa a Harry, el novio del fallecido, el tono repunta un poco. Los dos anteriores personajes nos habían contado la historia de Will sin mostrar conocimiento del accidente, pero a Harry lo seguimos una vez ocurrida la tragedia. Cuando habla de lo vivido junto a él hay una verdadera sensación de nostalgia. Pero su punto de vista es el último y el más corto –por duración objetiva y porque no resulta tan pesado–, lo que también conlleva más pantallas de carga que dificultan la conexión.

Fragments of Him

El apartado técnico de Fragments of Him es discreto. Los escenarios no cuentan con gran detalle y los personajes apenas poseen rasgos, como si fuesen maniquíes, lo que añade una mayor frialdad. El apartado sonoro es el que hace mejor trabajo de toda la obra. Ayudan a dotar de mayor carga dramática un producto que lucha contra sí mismo. Las voces de los cuatro personajes –todas ellas en inglés– son las auténticas responsables de que consideremos continuar en las casi dos horas que dura el juego.

Fragments of Him

Conclusión

El videojuego es un medio que está abierto a la experimentación. Sin embargo, Sassybot ha realizado un trabajo mediocre con Fragments of Him planteando una jugabilidad tediosa que nos impide conectar con el drama que nos está narrando. El estudio quiere hablar de un tema diferente e interesante, pero no ha sabido cómo transmitirlo. Las interpretaciones son lo único destacable en esta película contado con diapositivas, pero ni ellas logran salvar la producción.

 

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