Hoy 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia, y dado el entorno social de discriminación constante en el que se mueven diariamente las mujeres, nos preguntábamos si este es un día a celebrar o uno más para luchar por la visibilización de un colectivo.

Para averiguarlo, entrevistamos a la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios), que diariamente promueve iniciativas para mejorar el mundo científico español, sus condiciones de trabajo y su consideración social y académica. Una de sus luchas está orientada precisamente a dar visibilidad a las mujeres en el ámbito científico.

Alejandro Serrano: Resulta evidente que, en un país como el nuestro, aún queda mucho por hacer en cuanto a la discriminación por género. No sólo las cifras cantan, sino la experiencia vital de muchas mujeres puede corroborarlo. ¿En un ambiente teóricamente más abierto como el científico, por qué arraiga también con fuerza ese sesgo?

FJI/Precarios: Porque el mundo científico ha sido tradicionalmente masculino, y tiene una base de machismo consolidada durante muchas décadas que es muy dificil de desarraigar. No olvidemos que las mujeres científicas han sido las grandes olvidadas e ignoradas por sus propios colegas durante muchos años (ejemplos muy claros tenemos los de Rosalind Franklin o Jocelyn Bell). Ciertamente suena contradictorio que esto suceda en un mundo que debería estar mirando hacia el futuro, pero no por ello deja de ser menos cierto.

Alejandro Serrano: Desde la Federación de Jóvenes Investigadores / Precarios, se insiste en el nepotismo y el sexismo -citando un estudio de la Universidad de Göteborg- como pilares de la discriminación de la mujer en el ámbito académico. Según argumentan, esta tendencia no ha cambiado en dos décadas, pese al aumento de la presencia femenina en las aulas, los varones tienen 2,5 más posibilidades para acceder a cargos de responsabilidad. Podemos citar cifras, pero, ¿Cuál es la experiencia personal usual de una mujer cuando intenta acceder a puestos normalmente copados por hombres? ¿Cómo se la discrimina? ¿Es un problema de apreciación subjetiva de los responsables de las promociones?

FJI/Precarios: Hay una percepción muchas veces involuntaria de que la mujer está menos cualificada para determinados puestos laborales. Existe esa encuesta europea realizada hace un par de años en la que los encuestados opinaban que las mujeres carecen de interés científico, espíritu racional y analítico, perseverancia y sentido práctico. Esta percepción también existe en el mundo académico y científico, aunque a veces sea subconsciente.

Cuando alguien externo (un periodista, un consultor…) conoce a un grupo de investigación por primera vez, generalmente se dirigirá a un hombre considerándolo como la autoridad o el investigador principal del grupo. Si se observa las listas de profesores „honoris causa“ de cualquier universidad, de premiados en cualquier disciplina científica o de personas en los puestos de mayor responsabilidad en cualquier institución académica o científica, siempre son hombres en mayor proporción. Por lo tanto, no es de extrañar que tengamos interiorizado que los hombres sean, de manera natural, las personas idoneas para asumir este tipo de responsabilidades.

Federación Jóvenes Investigadores/Precarios #FJIparticipa participa@precarios.org from FJI Precarios on Vimeo.

Además, la maternidad penaliza mucho en todos los ámbitos laborales, y dado el alto nivel de competitividad que presenta el ámbito académico, este „inconveniente“ se acentúa aún más. En la universidad se enfatiza en la dedicación sin límites ni horarios para poder prosperar, algo imposible de compaginar con la crianza de los hijos. A pesar de que el cuidado y la educación de la prole es tarea de ambos, resulta en un conflicto insalvable que, en el caso de los hombres, generalmente no sólo no supone un problema, sino que además se ha demostrado que les favorece a la hora de prosperar en su carrera laboral.

Alejandro Serrano: La sociedad es remisa a reconocer la discriminación por género, ¿A qué clase de prejuicios concretos debe enfrentarse una mujer investigadora? ¿Cambian según su edad o su avance en la carrera científica?

FJI/Precarios: Ya hemos mencionado el problema de la maternidad: cuando eres más joven, te dicen despectivamente que cuando tengas hijos querrás abandonar la carrera investigadora. Cuando ya los tienes, que deberías dedicarte a su crianza o en caso contrario te conviertes en una mala madre. Existen muchos otros prejuicios que muchas veces los tenemos tan interiorizados que los pasamos por alto.

Como ejemplo, un estudio observó que trabajadores varones que aportaban buenas ideas eran evaluados y valorados significativamente mejor por sus superiores que cuando esas aportaciones provenían de una mujer; esto también sucede en la carrera investigadora. Son percepciones muy sutiles, de las que muchas veces no somos conscientes, y que por ello son las más difíciles de reconocer y eliminar.

Alejandro Serrano: ¿Qué medidas concretas proponen para romper el llamado «techo de cristal» -una barrera que parece transparente pero casi puede tocarse- e igualar a los varones en posibilidades a la hora de acceder a puestos de relevancia o en la misma investigación básica? ¿Qué respuesta han recibido del PP en los últimos años al respecto?

FJI/Precarios: Deberían darse facilidades para conciliar la vida familiar y laboral. Hoy en día esto es prácticamente imposible en España. Hablamos de ayudas económicas; otros países tienen guarderías en los centros de trabajo. Esto permite tener cercanía a los hijos y, en el caso de bebes lactantes, les permiten disponer de horas de permiso para la lactancia. Esta medida da opcion a aquellas mujeres que no deseen reducir su jornada laboral, que en muchos casos se convierte en fuente de frustración.

Alejandro Serrano: Es fundamental, como señalan desde la FJI, que se termine con la discriminación por género que sufren las mujeres ya a edades tempranas, cuando se las orienta hacia determinadas profesiones y juegos. ¿Cómo supera estas barreras educacionales una mujer investigadora, qué hace que se decida a romper con los estereotipos anclados en la sociedad?

FJI/Precarios: No es fácil, ya que es una lucha constante contra los roles sociales tradicionales. Influye mucho la pasión por el trabajo que realizamos y es importante contar con el apoyo de la gente que nos rodea, tanto en el ámbito familiar como laboral. Las investigadoras que hemos superado ese rol impuesto debemos dar ejemplo a las investigadoras más jóvenes. Se debe insistir en la creación y apoyo de programas que den visibilidad a la investigación hecha por mujeres, que apoyen carreras científicas y alenten vocaciones entre las jóvenes. Además, se debe promover la competitivad y la confianza entre las mujeres.

Alejandro Serrano: En el ámbito de la salud, aún son más reconocidas profesiones como la enfermería que la de medicina, cuando la sigue una mujer. No hablamos ya en biomedicina. Ésto resulta especialmente chocante, cuando la sociedad ya reconoce a las mujeres como fundamentales en la ayuda y el cuidado a las personas. ¿Cómo se produce esta contradicción?

FJI/Precarios: Las mujeres son reconocidas tradicionalmente como cuidadoras de la familia; esto no sólo es reconocimiento, es casi una obligación. Sin embargo, hoy en día todavía se dice que «las niñas son enfermeras y los niños son médicos». Eso es terrible; esta mentalidad nos ha llevado a consecuencias como que aún haya áreas de medicina, como la ginecología o la pediatría, donde aún no hay catedráticas.

Alejandro Serrano: La conciliación de la vida familiar es una utopía en el mundo laboral español, también en la investigación. Sucede también con los varones, pero está socialmente aceptado que sea la mujer, en el caso de una pareja, quien se vea relegada al papel de cuidadora, mientras el varón se ve, a menudo, liberado de esta función. ¿Cómo se las arregla una mujer investigadora con hijos para seguir su carrera? ¿Hay un alto porcentaje de abandono por esta causa?

FJI/Precarios: No disponemos de datos concretos, pero sí que se conoce una alta tasa de abandono de la carrera entre mujeres investigadoras con hijos. O renuncian a continuar en la carrera investigadora o, aquellas que pueden permitirse continuar en ella bajando el ritmo de trabajo, símplemente se rinden a la opción de seguir prosperando. Frente a la elevada competitividad presente en el mundo investigador, mantenerse a la vanguardia aunando ambas facetas (madre e investigadora) supone vivir en una montaña rusa.

Alejandro Serrano: La visión que la sociedad española tiene del mundo científico está muy distorsionada y en general, se duda de su utilidad. ¿Qué dirían a los escépticos? ¿Cómo transmitir el valor que añade la ciencia al bienestar social en general?

FJI/Precarios: En ese sentido somos más optimistas, y creemos que el mundo científico en general es bien apreciado por la sociedad y que generalmente se valora nuestro trabajo. Quizá la gente no entienda en muchas ocasiones lo que hacemos, pero comprenden que es algo positivo para todos. Sin embargo, el problema al que nos enfrentamos ahora es a la desinformación por exceso de información, y por ello cada vez tienen más aceptación movimientos como los antivacunas o la homeopatía.

Para que la sociedad comprenda nuestro trabajo y su importancia, debemos incidir en la divulgación científica. Por desgracia, las instituciones públicas no apuestan por ella ni premian la divulgación, y nos obliga a realizarla en nuestro escaso tiempo libre y sin medios económicos, lo que limita enormemente su impacto. Esto es un gran error, ya que el apoyo y la comprensión social son muy importantes.

Alejandro Serrano: ¿Es hoy mucho más caro que hace años acceder a una carrera científica? ¿Muchas mujeres han de compatibilizarla con un trabajo poco remunerado?

FJI/Precarios: Los estudios universitarios son cada vez más caros, y el número de ayudas a los estudios son cada vez menores. Esto limita el acceso a las carreras universitarias a muchas personas. Posteriormente, los estudios de Máster que actualmente son obligatorios para acceder a un programa de doctorado multiplican los costes de los antiguos programas de doctorado. Además, los programas de ayudas para contratos predoctorales son cada vez más escasos y se alargan las convocatorias progresivamente.

A nivel autonómico, el problema es el mismo, tras desaparecer estos programas en algunas Comunidades Autónomas. Por otro lado, la proporción entre hombres y mujeres que consiguen estas ayudas está más equilibrado y suele ser ligeramente superior entre las mujeres, pero no tenemos datos de personas que compatibilizen el desarrollo de una tesis doctoral con trabajos mal remunerados.

Alejandro Serrano: En esta crisis provocada desde los poderes fácticos del país, está claro que hemos perdido talento científico, que ha optado por emigrar masivamente a otros países, en busca de un futuro mejor. ¿Es mayor este éxodo entre las mujeres? ¿La situación es muy diferente en los países de destino?

FJI/Precarios: No disponemos de ese dato; lo que sí sabemos es que, aunque los porcentajes de mujeres científicas varían por países, globalmente las mujeres constituyen el 28% de los investigadores a nivel mundial y compartimos los mismos problemas: menor acceso a la carrera investigadora y a los puestos de mayor responsabilidad.

Alejandro Serrano: No sé si hay algo que celebrar el 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia, pero tengo claro que, en todo caso, hay que celebrar que la lucha contra la discriminación continúa, y agradecemos que colectivos como la FJI tenga una parte importante en ello. ¿Qué les diría a las mujeres o niñas que están interesadas en la ciencia? ¿Qué les ofrece en lo personal el mundo científico -más allá incluso del académico? ¿Cómo motivarlas para que rechacen los convencionalismos sociales?

FJI/Precarios: Realmente no es un día que celebrar, sino para reivindicar: hay mucho camino por recorrer. Vamos demasiado despacio en esta lucha por la igualdad. Sin embargo, debemos continuar luchando por un mundo investigador con igualdad de oportunidades para todos. Quiza nosotras seguiremos sufriendo esta discriminación durante mucho tiempo, pero peleemos por un mundo en el que las mujeres tengan la misma libertad que los varones, porque el conocimiento no entiende de sexos.

Tenemos que seguir avanzando cada día mediante nuestras acciones. Hay muchos estudios y datos publicados pero parece que cuesta dar el siguiente paso. Debemos ser el ejemplo para la siguiente generación, ampliando la colaboración con mujeres, incentivando premios y reconocimientos a mujeres. Se deben terminar que las investigadoras sean ignoradas. Hay muchas grandes mujeres que están siendo eclipsadas por homólogos másculinos. Así es como se motivan a mujeres y niñas interesadas en la ciencia: dando visibilidad a esas heroínas de la ciencia que les inspiren desarrollar una carrera similar.

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Alejandro Serrano
Cofundador de Fantasymundo, director de las secciones de Libros y Ciencia. Lector incansable de ficción y ensayo, escribo con afán divulgador sobre temáticas relacionadas con el entretenimiento y la cultura cercanas a mis intereses.

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