El planeta de los simios 3. Hijos del fuegoEste número, para empezar, nos desarrolla mucho la trama en varios sentidos a medida de que la guerra entre simios y humanos parece que vuelve a ponerse del lado de estos últimos. Todo comienza con la explosión de un dirigible, algo que para los simios estaba fuera del alcance de los humanos y les hace ser conscientes de su propia vulnerabilidad. Pero, precisamente, esa acción es la que hace que los simios se lancen a la captura de los humanos prófugos.
   
Mientras, los humanos habrán de tomar algunas decisiones durante su fuga: ¿deben seguir huyendo hasta encontrar una zona libre de simios? ¿O deben seguir luchando contra un ejército más numeroso y mejor equipado? Por otra parte, Sullivan, la antigua alcaldesa de Ciudad Piel, permanece prisionera de los simios, que amenazan con torturarla después de que haya dado a luz. ¿O pretenderán utilizar a su bebé como un instrumento de presión? Independientemente de lo que pretendan hacer, el niño le es arrebatado sin que pueda hacer nada por evitarlo.
   
Seremos también testigos del resultado adverso de la primera batalla entre el batallón fantasma de Delfos y las tropas del albino general Nix, que no ve gran gloria en atacar una columna de desheredados pobremente armados, aunque no le resulta tan fácil como en un principio podría esperar. Y descubriremos también, mediante un estratégico flashback, parte de la infancia común de Alaya y Sullivan, así como comprenderemos mucho mejor las motivaciones y auténticas intenciones de la heredera del Legislador.
   
El planeta de los simios 3. Hijos del fuegoMientras tanto, Bako y el hermano Kale se embarcan en una misión casi suicida para rescatar a Sullivan, misión que tiene un éxito parcial a un muy alto precio.
   
Pero… Me temo que, de momento, nos quedamos sin saber quién es el padre de Julian, la criatura nacida de las entrañas de Sullivan. Habrá que seguir leyendo mientras nos quedamos simplemente conociendo las intenciones de Alaya para con los humanos, así como la redicalización y reagrupamiento dela resistencia humana.
   
Cada uno de estos volúmenes demuestran tener la capacidad para hilvanar una buena historia dejando siempre una situación tensa que nos hace desear leer el volumen siguiente, una situación que va más allá del transcurso y brutalidad de la guerra, que tiene también su pequeña cuota dentro de la historia, pero sin monopolizarla. ¡Por cierto! ¿Por qué fallan en un momento dado los poderes telepáticos del hermano Kale? Será interesante el averigarlo en próximos números.
   
Por otra parte, alabaremos la hailidad de Daryl Gregory a la hora de crear una trama novedosa y atrayente a la par que sorprendentemente profunda en la que encontramos de todo: conflictos, intriga, desesperación, política, acción… Y eso unido a los dibujos de Carlos Magno, llenos de detalles increíbles, en un estilo que nos recuerda a aquellos cómics de los años 80 del siglo pasado, con los que muchos hemos crecido: dibujo perfectamente delineado, gestos perfectamente medidos y paleta de colores minimalista pero aplicada con un sentido estratégico impecable, además de con muy buen gusto. Y eso sin contar con un perfecto manejo de los planos y el encuadre, muy bien escogidos para cada toma. Y todo ello a la par de que encuentra una manera de impregnar a todos y cada uno de los personajes que aparecen en la obra con algo de personalidad, aunque sea un simple extra. Los personajes tienen vida.
   
El planeta de los simios 3. Hijos del fuegoEl único punto negativo que puedo encontrarle a esta notable obra es que, quizá, se intenta meter mucho contenido en un espacio limitado. Suceden demasiadas cosas al mismo tiempo, y parece que todo ocurre a un ritmo más acelerado del que debería. Probablemente se trate de una percepción ficticia debida a que los autores han de establecer un alto número de líneas de trama. De momento se sigue perfectamente, pero habremos de esperar a los próximos números para saber si, según se vayan cerrando esas líneas de trama, los árboles nos van permitiendo ver el bosque.
   
Por lo demás, me estoy maravillando cada vez más de cómo este tándem de artistas ha conseguido entrar en una franquicia como “El planeta de los simios”, que parecía cerrada, pero en la que han sabido crear un mundo tan profundo que han hecho que este redactor se documente al respecto recuperando tanto las películas antiguas como las más recientes, al tiempo que ha buscado textos alusivos a su realización para poder saber más (recomiendo al respecto la reciente obra “Tras las huellas del Planeta de los simios”, de Txema Gil), una prueba fehaciente de que el cómic ha logrado su objetivo: despertar el interés del lector.
   
Un volumen de 112 páginas en tapa blanda que recoge los números del nueve al doce de la serie regular de Booom! Studio y que, como extra, nos ofrece las 13 portadas que se utilizaron en todas las ediciones de estos cuatro números: obras de arte de Sam Kennedy, Mitch Gerads, Nolan Wootdard, Damián Couceiro, Andrew Huerta y el propio Carlos Magno.
   
¿Quieres saber más? Aquí encontrarás la reseña del primer volumen y, aquí, la del segundo. Una obra que merece la pena no perderse y que recomiendo a todo aficionado. Un acierto por parte de Aleta.

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