En números anteriores… dejamos a Batman apresado por el Coronel Kane en La Colonia, el complejo creado para dar cabida al ejército de hombres murciélago con los que Kane ha conseguido subyugar –por el momento- al Caballero Oscuro.
¿Escapará el Hombre murciélago de su encierro? La duda ofende, eso sí, aunque para zafarse de sus cadenas se baste solo, para poner pies en polvorosa de la tecnificada guarida necesitará la ayuda de su recién creada cuadrilla de héroes y de Clayface, al que puede que le falten los galones pero le sobra disposición. ¡Para Renacimiento el suyo!
Sin embargo, como bien saben Batman y su equipo, huir nunca soluciona nada y tras un par de flashbacks que arrojan luz sobre la relación de Batwoman con su padre y con Bruce, el Coronel envía a un ejército de drones creados por el precoz genio Ulysses Hadrian Armstrong para limpiar Gotham. Ulysses, además de crear todo lo imaginable y funcionar como reverso de Red Robin, introduce el concepto de “pérdidas aceptables” en la obsesiva lucha de Jacob Kane contra la amenaza que según él se cierne sobre Gotham: la Liga de las Sombras.
Aunque no es la primera vez que la ciudad se enfrenta a ataques aéreos similares (Pingüino: dolor y prejuicio), esta vez Batman y los suyos sufrirán de lo lindo para acabar con el ataque de los drones en un final tan épico como trágico para el arco “La ascensión de los hombres murciélago”.
El tercer tomo de «Batman Detective Comics Renacimiento» publicado por ECC toma el testigo de los sucesos de “La noche de los Hombres Monstruo” y confronta al grupo con la cruda realidad: ¿Qué pasa con todas las personas inocentes atrapadas en el fuego cruzado de la lucha de Batman contra el crimen?
En el arco “El Sindicato de Víctimas” las pérdidas aceptables de las que hablaba Ulysses se unen para vengarse del justiciero al que culpan de haberles arruinado la vida sin detenerse ante nada ni ante nadie. Por suerte, Batman y Batwoman cuentan con la ayuda de Batwing y otros viejos conocidos para detener al Sindicato de Víctimas en una batalla de resultado incierto cuyo desenlace nos espera en el siguiente volumen de la colección.
Al buenísimo trabajo de Tynion IV con el guión en este Renacimiento, le acompaña un apartado gráfico soberbio en el que los encargados de manejar los lápices han logrado completar una narración de gran dinamismo basada en una composición variada y en un uso color que destaca por su densidad y contraste. Álvaro Martínez, Eddy Barrows y Al Barrionuevo, al que se une Carmen Carnero en el número 945, mantienen una estética uniforme en la que las diferencias de cada uno sólo aportan y cuya pauta únicamente rompe -para bien- Barrionuevo en el último número optando por un estilo menos definido que también afecta color.
Mientras esperamos a saber si la afiliación al Sindicato de Víctimas aumenta, podemos concluir que el Renacimiento de Batman en Detective Comics promete una época de muchas alegrías para los amantes del Hombre murciélago.
