La tercera entrega de la franquicia periódica de Batman de Telltale, titulada «New World Order», es muy inteligente. Mientras que nosotros no tenemos realmente el control sobre los resultados reales y las consecuencias son, más o menos, predeterminados, la gente de Telltale nos recuerda que su fórmula todavía puede ser muy convincente.
Este tercer episodio comienza a desentrañar todo lo que podemos esperar de la serie hasta el momento y lo pone en una posición que «a priori» parece que no vaya a tener éxito. Sin embargo, aquí reside la gracia. Telltale ya se ha hecho famoso por sus montañas rusas de sensaciones y expectativas y nos pone en el centro de la historia para presenciar una cadena de acontecimientos que se despliegan ante nosotros y que, si damos un paso en falso, puede tener un resultado igualmente alegre o desgarrador.
Parece que la buena gente de Telltale comienza a desplazar el foco de atención del caballero oscuro hacia el elenco de personajes a su alrededor. Ninguno de ellos actúa como se puede esperar, y el Nuevo Orden Mundial nos empuja hacia un nuevo paradigma en el universo de Batman. Los aliados empiezan enfrentarse entre ellos, los enemigos acrecientan su poder y nosotros debemos elegir cuidadosamente de qué lado nos vamos a poner. Pero tomemos la decisión que tomemos, el final del capítulo nos dejará con una desoladora sensación de aislamiento y soledad.
Lo peor de este capítulo es la sensación final como que todo ha sido humo y espejos. Sin duda nos apresuramos a tomar la mejor decisión posible en los momentos más controvertidos, pero antes de llegar al final del episodio queda claro que no había mucho espacio para la maniobra. Esto no resulta tan incómodo si se conoce el trabajo de Telltale, pues podemos llegar a intuir que están redirigiendo la historia por mucho que nosotros nos hayamos ido por otros derroteros, pero sí que es cierto que si no estamos familiarizados con esto parece que el episodio 3 se cepille algunas decisiones que tomamos con anterioridad y que, en su momento, parecían de vida o muerte. Es quizás uno de los peligros de los juegos episódicos: un momento que parece tan relevante al final se queda en nada en pro de una cierta coherencia en la historia que se nos pretende contar.
Sin embargo, pese a esta «redirección planificada» de la narración, sigue siendo un verdadero placer disfrutar de la complejidad narrativa que el equipo de Telltale le está dando al multimillonario Bruce Wayne más allá de su «alter ego». Está claro que la historia pretende dejar a un lado la parte más «humanista» de Bruce —incluso de Batman—, y es ahí de donde esta serie coge su gran fuerza. Seguimos adentrándonos en las luces y sombras de la familia Wayne y en el efecto que eso provoca en un Bruce conmocionado por cada nuevo oscuro descubrimiento sobre sí mismo.
Desafortunadamente este nuevo capítulo sigue dejando fuera uno de los mejores elementos que se nos presentó en el primer episodio: los momentos detectivescos. De nuevo, nos encontramos con unas 5 horas de juego donde predominan las partes de acción tipo Quick-Time-Event, dejando de lado la parte más esencial del «mejor DETECTIVE del mundo».
Este nuevo episodio también tiene algunos problemas técnicos, como por ejemplo una caída de frames de vez en cuando y algunos fallos ocasionales de audio. No es que sean grandes fallos ni afectan sobremanera a la correcta jugabilidad y continuidad del juego, pero en ocasiones son algo molestos.
Afortunadamente hay otros atributos para compensar los fallos técnicos: por ejemplo las grandes actuaciones y los diálogos. No es que haya un gran cambio entre episodios, pero se nota que poco a poco, a medida que el personaje va adquiriendo relevancia y profundidad, las actuaciones incrementan su calidad.
Como de costumbre, no sería justo entrar en demasiados detalles, pues eso implica destripar la historia, pero sí que podemos decir que el tercer episodio nos depara algunas sorpresas que seguro que no decepcionarán a los fans y abrirán muchas puertas para futuras entregas.
Batman: A Telltale Series sigue siendo una apuesta muy fuerte de los maestros de la narración interactiva y se convertirá, posiblemente, en una de sus obras de referencia en el futuro. Quizás no llegue a la altura de la serie que hicieron con The Walking Dead —pues fue excelente su adaptación y formato—, pero tiene todas las posibilidades de llegar a estar cerca de ese podio.
